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Agobiada personalidad

Comienza la angustia: uno persigue y el otro aguarda, uno se fortalece y el otro mengua

Lo extraño también se torna indiferente cuando la muerte es la única puerta disponible

No puedo rememorar lo que dijeron cuando aparecieron en el borde de los ídolos ansiosos

La catástrofe ahogó los quejidos con que emanaron las superfluas quejas de mi alma

.

Creía desfallecer, desnudo y sobresaltado, con el estómago agujerado por su aparición

Imaginaba un paraíso donde reinaba el ciclo del eterno corazón ardiendo en horrores

Mis temores se confirmaron cuando la soledad masticó mis emociones sin compasión

Y ellos vinieron de prisa, sin que yo los invitara; penetraron mi psique con su espectro

.

Desde entonces están aquí dentro, en el sitio más intrínseco donde solo yo los escucho

Les he rogado que se vayan, pero parece gustarles la calidez de la locura humana

Misma que me es impensable evitar para permanecer en esta existencia nauseabunda

Esas repugnantes voces me chupan la energía, destrozan y ponen en duda mi supuesta vida

.

Cuando me debilitan lo suficiente, inclusive se materializan para solicitar expansión

Entonces golpeo hasta sangrar mi alma y exprimir el elíxir que me ha sido arrebatado

Pero no desaparecen, sino que se multiplican y se masturban con el dolor de mis arrebatos

Y cedo, al fin, a sus embriagantes deseos por alimentar la distopía del encierro incauto

.

Pensaba que, si me fundía con ellos, podría subyugarlos, pero su influencia se ha disparado

El único error fue haber escuchado esas súplicas, haber atendido aquellas necesidades

Siempre están fastidiando, me obligarían a hacer cosas que mi anterior yo aborrecería

No hay, empero, elección; si desobedezco, no dejarán en paz las palpitaciones del interior

.

Su apetito sexual y criminal difícilmente alcanza un límite, nada es nunca suficiente

Yo solo soy el instrumento mediante el cual se manifiestan sus hermosos impulsos

Tal vez, barrunto, yo mismo los empleo para soportar la carga de no ser quien creo

Es deficiente la lucha, me cansa frenarlos; siempre uno persigue y el otro aguarda

.

Cuando intento purificar mi espíritu, braman desde las sombras y evitan el cataclismo

He aprendido a fingir ante el resto, a engañar a cualquier entidad sincera en mí mismo

La distorsión termina por decidir, la incertidumbre es la ilusión del cruento sometimiento

Me gustaba cuando no estaban aquí, cuando aún temían la desaparición de este momento

***

Divagando en el Sinsentido


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