Todo lo que quería era que me dejaran en paz, que me dejaran solo
Pero siempre estaban ahí molestando aquellas blasfemias inhumanas
Absorbiendo la energía y las pocas ganas que me quedaban de vivir
Requiriendo de tiempo y atención como si de prostitutas se tratara
.
Estorbos que no me permitían continuar con mis deberes cotidianos
Suplicando por una palabra que les hiciera creer que eran importantes
Marionetas de lo irrelevante, expertos en distraer a otros de su camino
Cualquier conversación, por mínima que fuera, los alteraba cual moscas
.
Deliraban con mi presencia, se arrodillaban con tal de una indolencia
A cada paso que yo daba, estaban siempre ellos rugiendo en las sombras
Se arrastraban por los rincones de aquella geometría anómala y cerval
Escupían sangre y esperma por sus ojos, pero no podían aún cruzar
.
Reptaban hacia mi cama por las noches, soñaban con devorar mi alma
Los colores que yo poseía les gustaban y requerían siempre más
Les fascinaba también la música que yo escuchaba, pues se excitaban
Hacían orgías a su propia manera con tal de ser notados un segundo
.
Las calaveras farfullaban que estaban cerca de atravesar el portal
Mientras yo caminaba deprimido y solo bajo una lluviosa tarde de abril
Miraba a mi hermana en el sillón, pero era incapaz de contarle mi secreto
No quería que le hicieran daño, que la llevaran con su dios en el abismo
.
Prefería soportar yo todas sus insinuaciones, aunque pronto me atraparían
¡Quién sabe qué harían conmigo, quizá me torturarían hasta desmembrarme!
Puede que intentaran también aislarme de cualquier plano o dimensión
Si eran reales o no, no podía saberlo; pero tampoco podía vivir más así
***
Dulce Tortura