Capítulo XIX (LVA)

El sujeto que ahora merodeaba frente a ellos estaba rodeado de Belz y se percibían una gran maldad y hostilidad que emanaba de él. Finalmente, se descubrió levemente la cara. Era terriblemente pálido, con los ojos más profundos que de costumbre y completamente negros con un punto necroazul que se encendía cuando el extraño sujeto hablaba. Además, tenía ojeras, los labios secos y diminutos, dientes en doble fila y su saliva era demasiado espesa; se trataba de una combinación de sangre con un líquido espumoso cerúleo. Sus orejas eran agujeros, no tenía cejas y su cara era muy afilada. En la barbilla llevaba clavados tres picos necroazules de los cuales salían unos extraños tentáculos negros. Su piel era muy escamosa y parecía despellejarse poco a poco. Lo más distintivo es que tenía un ojo en la frente que se parecía demasiado al de los humanos, pero al revés; estaba totalmente fijo y su contorno era necroazul, con el centro profundamente rojo.

–Me preguntas: ¿quién soy yo? –sostuvo el misterioso sujeto con su risa macabra–. Bien, te lo diré. Me presento ante ustedes, humanos, yo soy Lamdt. Soy el líder de grado 33 de la Orden Grim, es un placer.

–¿Quién? No entendí tu nombre ni tampoco sé qué signifique lo que estás diciendo –respondió Mertin con angustia.

–No te preocupes humano, no tienes por qué entenderlo. Los conocimientos de los seres de las dimensiones superiores siempre han sido demasiado para ustedes, viles mendigos.

–¿Qué dijiste, insolente? Al menos nosotros somos normales, no tenemos esa perniciosa figura que tienes. ¿Qué le hiciste al viejo siniestro?

–¡Ah, sí! ¡Ese viejo inútil! Por más ganas que tenga de terminar esto pronto, será interesante platicar con ustedes. Después de todo, me hicieron un gran favor librándose de Desmetis.

–¿Acaso tú lo conocías? ¿Qué más sabes? –inquirió July esta vez.

–Ese viejo con el cual ustedes llegaron a convivir, nunca existió realmente, era solo un cascarón. A decir verdad, los estuve observando todo este tiempo, y al menos que hayas visto a tu padre me ha ahorrado explicarte algunas cosas.

–¿Tú conociste a mi padre? ¿Fuiste tú quién lo encerró en esa cosa y lo utilizaste como un recipiente de energía?

–Tienes un gran don para decir lo obvio –respondió Lamdt, impregnado de una vibra negativa–. Tu padre te hablo de aquella ocasión en que utilizó la tabla mágica tan desesperadamente, ¿no? La energía de tu padre fue la que ocasionó la ruptura en la dimensión en donde quedamos atrapados después de lo ocurrido en la Sociedad Oscura. Su alma era especial, al igual que la de ustedes, ¡qué pena! Por si no lo saben, sus almas son reencarnaciones sagradas. Aunque su vida como humanos sea miserable, su superalma ha trascendido increíblemente, y ahora el alma que tienen es tan solo una de tantas vertientes. Ustedes también habitaban en la Sociedad Oscura, yo puedo recordarlo todo.

–No estoy entendiendo nada, ¿cómo fue que pudiste llegar hasta aquí? –preguntó Mertin.

–Cierto, olvidaba esa parte. No se desesperen, de cualquier modo, estos son sus últimos momentos.

Los ojos de Lamdt refulgían entre más hablaba, y ese inicuo tercer ojo era tan inquietante que Mertin y July apenas podían soportar su energía. Además, al hablar, exhalaba un vapor con extraños insectos que se arremolinaban en su cabeza.

–El día que tu padre utilizó la tabla mágica, su energía llegó al límite y pude cruzar a esta dimensión. No siempre se puede cruzar; casi nunca, de hecho. Solo cuando se acumula una gran cantidad de temor y tristeza, como fue el caso de tu padre, ocurren esas cosas. Mertin, tal parece que era nuestro destino volver a encontrarnos. No sabía en qué clase de universo estaba, pues el multiverso es infinito y estaba demasiado acostumbrado al Hipermedik. Fue entonces que decidí quedarme a toda costa, pero siempre que un ser, independientemente de quién sea, realiza un cambio dimensional, en realidad es un intercambio, pues la dimensión que se ha abandonado exige la energía faltante para mantener el equilibrio cósmico. Fue así como tu papá quedó atrapado en el lugar en donde Desmetis lo encontró, y no solo eso, sino que se convirtió en el recipiente de Silliphiaal, algo que ni yo me esperaba, pero mi plan había resultado mejor de lo que imaginaba. Entonces decidí tomar el cuerpo del amigo de tu padre, al menos así podría hacerme pasar por uno de ustedes. También resolví que, si envejecía ese cuerpo humano, podría obtener cosas más fácilmente, pues con el paso de lo que ustedes llaman tiempo, aprendí cómo se vivía en este universo, particularmente en la Tierra. Me di cuenta de que los seres que la habitan son demasiado ambiciosos, egoístas, agresivos, odiosos y tristes. De ese modo es que, siendo un anciano maltrecho, era más fácil sobrevivir. Con esto, les quiero decir que yo no envejecí, porque el tiempo de esta dimensión no puede afectarme. Los seres como yo envejecemos de otra forma, una espiritual.

July y Mertin se hallaban aterrados de escuchar todo lo que ese sujeto tan perverso llamado Lamdt les contaba, su forma de hablar y su voz eran tan terriblemente execrables.

–¡Entonces fuiste tú! ¡Tú eres ese ser del que mi padre nos contó! ¡Eres tú quien lo arrebató de mi lado! ¡Fuiste tú quien me ha hecho infeliz todo este tiempo! ¡Te odio! ¡Nunca te lo voy a perdonar!

Mertin trató de golpear a Lamdt, pero, al hacer contacto, la mano de Mertin fue envuelta por una oscuridad necroazul y su golpe no le hizo ni el más mínimo rasguño a Lamdt. Mertin soltó un grito espantoso y sintió cómo si se le estuviese quemando la mano.

–¿Mertin, te encuentras bien? ¡No, por favor! No nos lastimes, malvado –expresó July.

–¡Qué frágiles y estúpidos sentimientos tienes! No has cambiado en nada, tonta. Nunca pensé que ese aborrecible sentimiento llamado amor pudiera trascender tanto. Ha logrado trascender el tiempo, el espacio, los universos paralelos, el Hipermedik e, inclusive, fue ese mismo amor el que pudo vencer a ese parásito tan formidable que también venía de la Sociedad Oscura. Sin embargo, esta vez será diferente. No hay forma en que puedan derrotarme tal como a Desmetis.

–¡Maldición! No entiendo qué le está pasando a mi mano, pero esta sensación es como si ya la hubiera sentido antes.

–Claro que ya la has sentido antes, torpe. Todavía no lo comprendes, lo que está herido no es tu cuerpo físico, sino tu cuerpo espiritual –sentenció Lamdt.

–¿Por qué? ¿Por qué decidiste quedarte? No lo entiendo… –interrumpió July.

–Parece que harás cualquier cosa por tu novio, ¿verdad? Está bien, te lo diré si tanto lo deseas saber. La razón al principio fue porque simplemente buscaba un escape y esta dimensión fue hacia donde fui atraído por la energía del padre de Mertin. De algún modo, el destino entre las dimensiones se había conectado en cierto punto, y fue ahí cuando dilucidé el por qué. Cuando Harman se convirtió en el recipiente de Silliphiaal y percibí esa energía que emanaba, pude comprender entonces que había una nueva oportunidad para despertar a Silliphiaal; más tarde me quedó más claro todavía. Además de los habitantes de la Sociedad Oscura, los seres humanos son los únicos en todas las dimensiones, tanto bajas como altas, que pueden desprender tal energía negativa. Y, cuando conocí a Mertin, de inmediato sentí la conexión tan vetusta y especial. Sí, ese joven de ojos tristes y perdidos, el que podía sentir tal tristeza y rencor hacia la vida y el mundo. Luego, te conocí a ti, la mujer que estaba confinada a ser la que despertaría a Silliphiaal, y cuya visión le había sido arrebatada, tal como lo decía la profecía. Todo encajaba, era el momento perfecto, solo que no contaba con que la tristeza de Mertin atraería a ese molesto parásito, ni tampoco con que le otorgaría la facultad de desarrollarse a ese nivel.

–Entonces quieres decir que nosotros, los seres humanos, ¿somos realmente simples depósitos de energía? –cuestionó July.

–Es correcto, pequeña tonta –afirmó Lamdt.

–Y ¿qué me dices de Desmetis? ¿Por qué tuvo que jodernos la vida de esta forma? ¿Cómo es que pudo entrar en mí? –interrumpió Mertin, quien yacía debilitado y con la mano consumida por una creciente oscuridad necroazul.

–Él, al igual que ustedes, yo y los demás miembros de mi orden, provenimos de un universo paralelo llamado la Sociedad Oscura. Los habitantes de ambas dimensiones son muy parecidos espiritualmente y, en cierta forma, físicamente; aunque esa sociedad de la que te hablo está mucho más avanzada en todo aspecto. Lo que ocasionó su caída fue un virus psicoespiritual conocido como Strankiv, que se desarrolló gracias a distintas condiciones que no puedo explicarles debido a lo arcaico de su entendimiento humano. Ese parásito espiritual llamado Desmetis fue construido antes de la caída de la Sociedad Oscura, antes de que fuera consumida por la magencia. La tecnología y las técnicas esotéricas más avanzadas se invirtieron en Desmetis, y ustedes dos jugaron un papel decisivo, pero solamente los que estuvieron aquel maldito día en la operación saben realmente que pasó. Yo, obviamente, no fui testigo de todo. Desmetis pudo parasitarte debido a su fuerte conexión en el pasado y a la enorme carga de tristeza y demás sentimientos negativos que sentías; digamos que eso le facilitó el acceso a las capas más profundas de tu aura. Los seres humanos tienen siete niveles espirituales: nivel físico, nivel etéreo, nivel vital, nivel astral, nivel mental inferior, nivel mental superior y nivel intuitivo-espiritual; cada uno de ellos realiza diversas funciones y hay que ser muy cuidadoso con las parasitaciones. En tu caso, Mertin, fue una parasitación completa; te convertiste en el huésped perfecto.

            –Entonces ¡sí fue por eso! Yo siempre odié al mundo y estaba atestado de energía negativa que ocasioné todo esto. Soy el culpable de todo lo que ha pasado, yo… merezco desaparecer por completo.

Mertin lanzó un grito pavoroso y observó cómo la oscuridad necroazul se extendía por cada extremidad de su cuerpo. Las palabras de Lamdt parecían afectarlo en demasía, como si fueran verdades absolutas que taladraban su espíritu.

–¡Estás maldito, Mertin –mencionó Lamdt–, siempre lo has estado! Tú no has visto todo lo que yo he visto, torpe. Y no importa si eres aquella persona que llegó a ser tan poderosa en la Sociedad Oscura, ahora todos los destinos de todos los universos están a mi favor, este será el despertar de Silliphiaal.

–¡Eso no es verdad! –afirmó July–. Sí bien es cierto que siempre he sentido mucha tristeza en Mertin, él es un ser maravilloso, y yo también puedo sentir una conexión demasiado fuerte con él. Lamdt, no me importa nada más, no lo abandonaré.

–July, muchas gracias por eso, pero, aun así, yo soy culpable. Todo este sufrimiento es debido a mi anterior yo, ese que aún vive en lo más profundo de mi alma y que está repleto de dolor y amargura

–No tiene caso que te molestes, niña estúpida –prorrumpió Lamdt–. En estos momentos, ya estoy actuando conforme al proceso de separación y destrucción de la personalidad, algo que ustedes conocen como MK Ultra.

–No sé a qué te refieres, pero, por favor, no nos lastimes.

July se hincó y comenzó a suplicar, derramando una ingente cantidad de lágrimas de sangre. En ese momento, un círculo de rosas rojas apareció a su alrededor; Lamdt quedó boquiabierto.

–Has hecho crecer rosas rojas tan intensas en este lugar, tu poder también es increíble.

–¡July, no seas estúpida! –gritó Mertin– No tienes por qué hacer eso ante este individuo; además, ¿qué más da si despierta ese tal Silliphiaal? De igual forma, el mundo está jodido y seguirá pudriéndose.

–Pero ¿cómo puedes decir eso, Mertin? Sabes que lo que más anhelo es mirar ese podrido mundo. Puedo sentir el dolor y el sufrimiento de las personas y, aun así, quiero vivir ahí, porque tengo esperanzas y creo que algún día todo cambiará para bien.

Súbitamente, Mertin sintió una enorme rabia. ¿Cómo podía July pensar de esa manera? ¿Es que acaso era tan tonta como creer en tales cuentos de hadas? ¿Podría él amar a una persona como ella que amaba a la humanidad que él tanto odiaba? La oscuridad necroazul, por su parte, seguía avanzando rápidamente, y ya había cubierto sus brazos y piernas.

–¿Eres idiota acaso? ¿Por qué quieres vivir en un mundo así? ¿Qué sentido tiene que la humanidad existe? ¡Estoy harto de esta situación, yo nunca quise existir! –vociferó Mertin.

Lamdt rio y aplaudió como un maestro aplaude a un excelso estudiante cuando su interpretación en cualquier campo es ostensible.

–¡Bravo, chico! ¡Majestuoso de verdad! –rio Lamdt–. Así, expresa toda tu furia. Deja que la oscuridad te consuma, sé uno con ella. En cuanto a ti, querida, temo decirte que tu novio tiene razón: el mundo está jodido; al menos tu mundo, ese que tanto anhelas observar. Los seres humanos viven en una prisión holográfica, pero es mejor así.

–¿Prisión holográfica? No entiendo, no quiero escucharte –expresó July.

–Ya que ustedes dos jamás volverán a su mundo, les contaré la verdad acerca de su “adorable” mundo y cómo es gobernado. No es difícil darse cuenta de ello, el problema es que el velo que se ha colocado sobre los ojos de las personas es tan vítreo, y a la vez tan eficiente, que muy pocos lo notan.

–¿De qué estás hablando, Lamdt? –inquirió Mertin, ya muy debilitado y tirado en el suelo como un vil perro, mientras era consumido por la oscuridad necroazul.

–Presten atención, humanos miserables –sostuvo Lamdt, dándose la vuelta y alzando los brazos hacia la silueta de Silliphiaal–. El mundo en el que viven no es como lo creen. En realidad, los seres humanos viven en una matrix, la cual es mantenida por los demiurgos y los arcontes. Todo su sistema ya está diseñado para funcionar de esa forma en todos los ámbitos: económico, político, militar, social, educativo, científico, esotérico, espiritual, entre otros. Todos son controlados y acondicionados desde su nacimiento. Todos tienen ya una nacionalidad, un sexo, una edad, una cultura, una raza, una religión, una clase social, etc. ¿Cómo puede haber libertad y democracia en semejantes condiciones?

–Pero todos somos libres de elegir lo que queremos ser en un futuro. Tal vez no de pequeños, pero sí de grandes –formuló July.

–Eso no es verdad. Es totalmente imposible que una persona pueda deshacerse de todo lo que le fue inculcado, pues el acondicionamiento y el control funcionan de forma magnífica. Todos los medios de comunicación, las distracciones, los vicios, las obsesiones; todo es parte de los seres humanos, aunque sea de forma ínfima.

–Entonces ¿es imposible purificarnos totalmente? –cuestionó Mertin.

–Así es, mortal. Ahora bien, hay varias teorías sobre el posible origen de la humanidad, y muchas de ellas conllevan a la idea de un dios omnipotente o de la formación a partir de bacterias, reacciones químicas y polvo de estrellas. Cada uno es libre de engañarse a su manera, yo les diré lo que yo sé y pueden creerme o no. Además, les contaré el futuro, el cual no es tan alentador.

–¿Eso quieres decir que tú sabes cómo se inició la raza humana? –formuló July.

–Solo escuchen… Los seres humanos realmente son un experimento de unos seres llamados Anhu N’hakis. Su verdadero propósito es servir como recipientes de energía, porque estos seres del espacio se alimentan de los sentimientos y emociones negativas de los seres humanos, tales como el odio, la avaricia, la tristeza y toda esa clase de cosas. Por esa razón pervierten la mente de los seres y tienen al mundo sumido en guerras, masacres, hambrunas, conflictos, decepciones, entre muchas cosas más.

–Y ¿a dónde se fueron esas criaturas? –preguntó July.

–Eso no lo sé. Los Anhu N’hakis son una raza demasiado extraña y adusta. Incluso en el Hipermedik no se sabe mucho de ellos, salvo que han creado diversas criaturas, tanto físicas como espirituales; entre ellas ustedes, los seres humanos. Ahora les diré que todos sus gobiernos y presidentes son controlados y manipulados por una élite cuyo nombre no me es permitido mencionar. Esta poderosa élite, al igual que muchas otras que pervierten su mundo, no es más otra ramificación de nuestra orden: la Orden Grim. Nuestra orden ha trascendido desde tiempos inmemoriales, ha presenciado cosas que ustedes jamás en la vida se imaginarían, ha penetrado en todos los universos paralelos bajo distintos pseudónimos.

–Y ¿cómo es que controlan al mundo estas organizaciones? Pero, sobre todo, ¿con qué fin? No me queda muy claro, a decir verdad –cuestionó ahora Mertin, muy agotado y debilitado por la creciente oscuridad necroazul.

–En realidad, hay distintas organizaciones secretas y células que estudian esoterismo en universidad prestigiadas de todo el mundo. La más poderosa es la de la orden que no debo mencionar, cuyo origen es tan raro y antiguo, y cuya simbología ha invadido la mente del mundo, al grado de llegar a ser normal. El ojo que todo lo ve es un claro símbolo que fue aprendido de la Orden Grim. Controlan a muchos artistas, cantantes, entidades famosas y gente poderosa. Son los banqueros, los dueños del mundo, los causantes de todas las guerras, en las cuales arman ambos bandos. Buscan una conflagración siempre, no un ganador. Han asesinado a cada personaje importante que se ha opuesto a sus planes y también obturan el camino de la tecnología, la medicina y la ciencia. Ellos, en pocas palabras, son los amos de su mundo, humanos. Sin embargo, eso debería ser su menor preocupación, pues ellos realmente trabajan para otra raza aún más malvada y hostil que, incluso en el Hipermedik, es mirada con desdén. Aunque no todos son de la misma calaña, desafortunadamente la raza de la piel verde y las escamas que fue relegada es la que está en su control. Ellos tienes grandes técnicas de dominio mental y persuasión, solo se preocupan por su beneficio, habitan en las dimensiones más inestables del universo y están hambrientos de poder. Ellos son los verdaderos y auténticos jefes, ellos les dicen a los humanos qué hacer y qué no hacer. Solamente la persona conocida como El Gran Anticristo sabe muchas de las cosas que les estoy revelando. Ha habido miles de operaciones y proyectos ocultos que son parte de la legendaria agenda de la estrella azul. Al fin y al cabo, ya han logrado dominar a la especie humana con todas sus trampas. Están peleando contra una organización que es imposible detener y mucho menos derrocar. Su civilización está condenada al sufrimiento, pues el último propósito de estas entidades es justamente el de abrir un portal dimensional para que sus dioses Anhu N’hakis puedan atravesar a su mundo terrestre y gobernarlos, alimentarse de ustedes, simples recipientes de energía. Entonces el control total se consagrará y la iluminación caerá sobre todos.

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Libro: Los Vínculos del Alma


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