Nada está ni estará bien mientras continué vivo, eso me ha quedado claro
Las vejaciones que se cometen en mi contra me parecen de lo más vil
Pero la verdadera burla es creer que algún día podré olvidar este mundo ruin
Todo aquí se pudre lentamente, pues todos somos unos malditos idiotas
.
Meros adoradores de la más blasfema banalidad y del sacrílego dinero
Hambrientos de vicios y de entretenimiento vacío que nos distraiga
Que nos haga olvidar por unos momentos nuestra infinita miseria
Pero nada lo logrará realmente, pues la muerte es la única y eterna verdad
.
En silencio, prosigo mi triste peregrinaje hacia las montañas del rugido
El sonido del vacío me acompaña, me sugiere que me arroje al precipicio
El llamado es demasiado fuerte, no sé si debo seguir ignorándolo
Algunos pájaros me hablan en lenguas raras y me aterra su tamaño
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No era este el plan tras haber ingerido aquella pastilla de colores extraños
Las reflexiones se intensifican y no debo ya prestar atención a los humanos
Su mundo está condenado a la infestación de los avernos y al vómito estelar
Las estrellas no serán piadosas y el inefable exterminio vendrá muy pronto
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¿Qué debo hacer? ¿Debería seguir odiándome o transmutar mi dolor?
¿Debería salir a las calles y asesinar a todos los que pueda esta noche?
¿Debería montarme en mi coche y atropellar a cada ciego que me moleste?
¡Son los malditos delirios de siempre los que no me permiten avanzar!
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¡Es mi asquerosa humanidad que vuelve cuando él no está dentro!
¿Es mi mente la que me traiciona y me ata a esta realidad malsana?
¿Es mi locura la que me hace creer que todo va a estar mal al final?
No sé si aún estaré aquí, pero me atormenta ya la sombra del mañana
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Dulce Tortura