El corazón crujió al abrirse el lecho de la vida, sentí el quiebre funesto
Divagando y pudriéndome en esta decadencia, olí a la quimera fluorescente
Fulminaste mis impulsos con un solo golpe, perdí la consciencia por completo
El poderoso ordenó en mi propia garganta, coloqué ahí la blasfemia sagrada
.
Reducido a un absurdo espacio tridimensional y a un tiempo lineal
Trivial reflexión, maldición espiritual hacia el lóbrego designio del mar
Ya no escucho el canto del obispo tan penetrante en la gruta nefanda
Ahora veo venir al amo del conocimiento destrozando el hielo sublime
.
Estar en el bosque sombrío alivió la travesía durante el ciclo mortal
La oración alcanzó el planeta donde la guerra no era ya tan real
Y sigue endureciéndose el megalítico calamar, salta en el fin del tiempo
¿No lo puedes ver por ahí? Se oculta entre el fuego y el atardecer
.
Aunque ya nada importa, pues la flama quedó encerrada en el cristal
Y su dureza es tan inquebrantable como el pasado que añoro simular
La existencia humana me enfermó, la protección terminó por vaciarme
Un cangrejo ahora se aferra a mis entrañas, déjalo terminar el ritual
.
Pon un dedo en la sangre y notarás qué fría se ha vuelto la llama en el interior
¿Por qué no dura más tiempo en contumaz fulgor y definitiva pasión?
Creía que te contemplaría por siempre, que la felicidad no tendría un destructor
Pero ya ves, nos fusionamos sin decir nada y arrebataste de mi mente la única ilusión
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El desenlace fue una frivolidad, la burla consagrada de tu sombría partida
Me quedé recitando al monje el momento del paroxismo, saliendo de tu corazón
El mío ha permanecido intacto, yace congelado, aunque continúe ardiendo
Y ¿si nunca se apaga? Tendré que buscarte y, aún muerta, regresarte el favor
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No olvides la profecía, sigue adelante para girar y caer en el sueño devorador
Mejor será que yo desaparezca, iré a las montañas cerúleas para arrojarme a la nada
¿Qué importa ya tu recuerdo si mi helado corazón palpita por mera obligación?
Y, sin embargo, aún anhelo hallarte en el más allá y abrazarte para resucitar mi interior
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Corazones Pegajosos