La soledad de esta noche suicida me envuelve con las sutiles caricias de la muerte
Sumido en este abismo de miseria existencial donde me hallo tan estúpidamente
Es el mismo recorrido, el laberinto eterno de podredumbre del cual no escaparé jamás
Ya ni siquiera recuerdo hace cuánto fue la última vez que pude sonreír con bienestar
.
Tampoco recuerdo cuando fue la primera vez en que pude abrazarte y fundirnos
Retirarnos en la misma frecuencia, por unos momentos, de esta patética ilusión
Pero ahora, ¿quién vendrá a salvarme? ¿Quién coserá mis muñecas ensangrentadas?
Ya no podré reposar en tus labios hasta olvidar el absurdo en el que me desfragmento
.
Este pantano de decadencia en el que me ahogo de manera estúpida comienza a gustarme
Y, aunque el sufrimiento se torna insoportable, también me agradan los besos de la muerte
Ya nadie puede protegerme de mí mismo, ¡qué lamentable, qué desperdicio tan blasfemo!
Mejor sería nunca haber existido, jamás haber probado el falso resplandor del destino
.
Pero mi vida no fue sino una tragicomedia, una pésima confección de tristes desgracias
Todo cuanto pude apreciar como felicidad siempre se esfumó tan vil y repentinamente
Y las garras de la desesperación se encarnizaban para apagar los colores de mi alma
Las lágrimas negras que marchitaron mi rostro solo confundieron más mi mente
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En esta caótica barbarie de tristeza infinita es donde no puedo arrancarme el corazón
El amor que percibo es muy incierto, pero la agonía ha dictaminado el necesario adiós
Cada pedazo de mi ser sigue palpitando al ritmo de la locura, del éxtasis cerúleo
No hay ya droga que evite el caprichoso anhelo de la cuerda alrededor de mi cuello
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Así, hundido en esta pocilga de inutilidad, es como pasa el tiempo tan inútilmente
Y, siendo sincero, te necesito y te extraño más de lo que podría haber colegido
Es evidente que no cruzarás esa maldita puerta para despojarme de la depresión
¿Qué más me queda? Tan solo terminar de una vez, morir es ya mi única opción
…
Quimérico Enamoramiento