Me pregunto qué tendrá él que no tenga yo, acaso deseos de vivir. La verdad es que no hallo respuesta que me satisfaga, pero sí infinitas razones por las cuáles deberías de considerarme dentro de tu lista de opciones cuando quitarte la vida con alguien sea lo que desees.
*
Me hacía sentir tan bien contemplarte; perderme en tus preciosos ojos en cuyo brillo atisbaba el único sentido a esta trivial existencia y también deleitarme con la exquisita melodía propalada por tus encantadores labios. Sí, definitivamente me había enamorado de ti y eso era algo que ni yo podía controlar o elegir. Sin embargo, sabía que amarte así terminaría por destruirme, pues no era yo aquel por quien tu sonrisa centelleaba de manera tan sublime.
*
A mi parecer, no existe nada más puro y perfecto que el sempiterno fulgor que desprende tu acendrada mirada. No existe nada más elevado que tu ser; tan natural como solo tú eres, tan única e ideal en cada faceta que te compone y tan eternamente lejana de estar conmigo sin reprimir nuestras emociones.
*
Ella lo era todo para mí; era el amor de todas mis vidas y el único ser con quien deseaba estar en cualquier universo. Por desgracia, ella jamás lo supo y nunca lo sabrá ahora que llega ya mi funeral.
*
El ciclo continuaba y mi vida seguía siendo tan absurda como siempre. Haberte conocido me brindó un tenue suspiro, una efímera luz en esta deplorable laguna de sueños rotos. Fuiste la persona con quien yo hubiese deseado haber sido feliz, eso no lo negaré. Ahora te vas y lo único que sé es que mañana yo en este mundo ya no estaré.
*
Me equivoqué de nuevo, pues creía que, si conseguía hacerte sentir bien, entonces algún día podría tener el amor de tu corazón. Sin embargo, te amaré por siempre y te llevaré en mi agobiada mente hasta que pueda probar los dulces labios de la muerte.
***
Amor Delirante
