Ya no sé qué hacer, simplemente no puedo continuar así
La desesperación me invade y me tortura sombríamente
Los días pasan en vano, pues no soy ya dueño de mi mente
No puedo sacarte de ella y eso, siento, me está enloqueciendo
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Pero es que tampoco quiero que te vayas, no puedo aceptarlo
Te juro que, si no te vuelvo a ver, procederé a volarme la cabeza
El revólver será mi mejor aliado si tú no vuelves a mi lado
Dicen que contigo estoy obsesionado, no comprenden que yo te amo
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No puedo comer, dormir ni mucho menos volver a sonreír
Si conmigo no estás, prefiero mejor nunca más despertar
Paso los días tirado en la cama, contemplando tus fotos
Recordando aquellos sutiles momentos con pleno alboroto
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Esos mágicos instantes donde parecíamos ser felices juntos han muerto
Aquellos límpidos atardeceres cuando nada más importaba sino besarnos
Aquel hermoso brillo que se apagó el día que decidimos desvincularnos
Tan solo las tinieblas y los desvaríos me han circundado desde entonces
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¿Qué será de mí? ¿Quién podrá devolverme la cordura si no eres tú?
¿Cómo aceptar que conmigo ya nunca estarás ni siquiera en sueños?
Si es solo ahí donde aún puedo contemplar tu divina e inefable silueta
Si eres solo tú, mi dulce amor, la única persona que mi demencia aquieta
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He barruntado ampliamente que acaso lo mejor sea matarte o matarme
Pues la idea de seguir en este mundo ruin y no estar juntos no la tolero
Prefiero estar muerto antes que seguir viviendo sin tu límpida esencia
Y prefiero verte muerta antes que aceptar tu brutal y sombría indiferencia
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Dulce Tortura
