Te dejé desde hace tanto, desde que se secó el vergel del placer
Cada día guardaré aquel almizcle, la semblanza de lo que ya feneció
Fue dicha, gratitud y plenitud haberte tenido en tan fiel manera
Locura y resplandor significó besarte para experimentar quién eras
.
Pero te dejé, partí hacia mi destrucción sin decir ni siquiera adiós
No se trató de una condena, tampoco de decidir ser demonio o dios
Naturaleza humana, representada en una comedia dibujada en mi corazón
Y nuestro amor, tan ardiente como el fuego, al fin, tristemente, se congeló
.
¿No habrá algún tipo de flama que consiga la taumaturgia sublime?
Dos almas concomitantes unidas por la casualidad y fracturadas sin medida
Escindidas por la tragedia cuya realidad se considera nuestra inverosímil vida
Masticadas por la monotonía de una existencia cada vez más aburrida
.
Te quise, si eso puedo argumentar antes de recibir el castigo divino
Y sé que tú también depositaste un poco de tu alma para purificarme
Pero todo terminó de manera insospechada, por razones jamás imaginadas
Te fuiste sin que te soltara, me liberaste sin que a ti renunciara
.
El dolor no podría expresarlo, tengo miedo de no poder resistirlo
Cualquier evocación tuya tortura mis pocos anhelos de florecer
Cualquier reloj sería bueno para regresar y evitarnos el sufrimiento
Sería mejor no habernos conocido, sabíamos que nada era sempiterno
.
Tú me dejaste, partiste y te ahogaste en otros mares oscuros
Yo no hice nada para evitarlo, solo acariciaba el tormentoso barullo
Si pudieras volver a ser solo mía y eliminar los lúgubres desvaríos
Si pudiera volar contigo de nuevo y entender qué rasgó el capullo
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Corazones Pegajosos