Tu alma encajó con la mía sin necesidad de unir las piezas, pues por sí mismas nunca estuvieron separadas; tan solo esperaban reencontrarse en el éxtasis de la locura suprema que nos dejaría a ambos sin sangre y con las venas entrelazadas para escapar hacia un nuevo mundo confeccionado a la medida de los dos.
*
Ni siquiera puedo concebir un universo donde tú no existas para mí, pues no sabes cómo quisiera ser el fuego que derritiera cada momento de soledad y tristeza en tu etérea alma; ser el arma con la que te volarías la cabeza antes de acostarte esta noche. Quisiera poder ser especial para ti, aunque sé que yo jamás lo seré para ti. Pero no importa, pues te pienso y anhelo tanto que, incluso si llegaras a odiarme, yo seguiría amándote incondicionalmente por el resto de mi miserable y vomitiva vida.
*
Amar es estar loco y ser adorador de lo raro, caer en el peor de los pecados; es perderse en uno mismo sin sentido y morir lentamente cada día por alguien que, irónicamente, no nos ama. Así de contradictorio es todo en esta insulsa existencia humana y el amor, desde luego, no podría ser la excepción. Siendo así, creo que preferiría mil veces estar muerto antes que enamorarme… de nuevo.
*
Por contemplarte el resto de mi vida, a ti y a tus preciosos y refulgentes ojos, que me desampare cualquier dios, pues, a partir de ahora, solo tú eres y serás mi eterna adoración. Solo tu cuerpo incitará en mí los más insospechados fetiches y solo con tu sangre me deleitaré cuando la muerte venga a embriagarme.
*
Valioso quien se muestra totalmente desnudo ante nosotros y no del cuerpo, sino del alma, pues eso es, acaso, lo único que se puede acariciar en sueños más allá del ocaso sexual. La consciencia entonces se desdobla y surgen visiones que trastornarían a cualquiera, pero no a nosotros. Puede que aún seamos demasiado humanos, pero, quizá, la verdad pueda ser cristalizada algún día mediante prolongados periodos de abstinencia y aislamiento.
*
Estamos tan consumidos por las vidas que llevamos, por todo lo que vemos y lo que supuestamente sentimos. La realidad es cada vez más horrible y la verdadera pregunta es cómo diablos podemos seguir existiendo así. No sé, pero en verdad creo que este exótico encuentro entre nuestras alocadas bocas es tal vez lo único que aún puede conferirnos algo de efímera luz y vana esperanza para no matarnos esta tarde.
***
Amor Delirante