No importa si se vive mucho o poco, ya que al final lo único que nos llevaremos de este absurdo y desastroso viaje por este mundo infame es tan solo un sufrimiento y un aburrimiento sumamente innecesarios. Por eso, joven o viejo, hombre o mujer, loco o cuerdo, lo mejor siempre será abandonar esta realidad en cuanto se presente la más mínima oportunidad.
*
Quien no se suicida no solo falla en su patético intento de morir, sino también en el de vivir. E incluso puede considerarse aún más patético que aquellos quienes nunca se han planteado tal acto, pues a partir de su fracaso se hallará irremediablemente condenado a divagar en el limbo y no hallará ya reposo ni en la vida ni en la muerte.
*
El día que nos demos cuenta de que nuestra verdadera naturaleza es brutalmente malvada y vil, ese día tal vez comenzaremos a considerar a la muerte como lo que es: la única catarsis posible del ser.
*
Aquel que está o se siente seguro de algo en cualquier ámbito de la vida, ignora la auténtica naturaleza de la existencia: la incertidumbre. Y, por lo tanto, no puede ser sino un tonto esclavo de su propia estrechez mental.
*
Las posibilidades son infinitas, pero nuestra esencia es estúpidamente limitada. Y, tristemente, intuyo que los secretos de la existencia, la realidad y el universo jamás serán revelados a criaturas tan lamentables y mundanas como nosotros.
***
La Agonía de Ser