El desamor es algo horrible, pero el amor… Bueno, el amor es algo mucho peor.
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Prefiero ser odiado por mi horrible sinceridad que amado por mis bonitas mentiras.
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Hoy al despertar tuve la sensación de que realmente ya no quedaba nada, ya no existía ninguna razón para seguir viviendo. Y, aun así, sigo aquí sin poder suicidarme, aborreciéndolo todo y embriagándome para soportar una noche más. Si eso no es estar en absoluta miseria existencial, entonces solo falta que me haga el amor la muerte.
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Es que, la verdad, jamás pude entender a esas personas que decían conformarse y regocijarse con las “pequeñas y simples cosas de la vida”. ¿No es eso algo realmente patético y demasiado humano? Para mí, sí que lo era. ¡Tan solo un ridículo consuelo para aceptar lo miserable que es existir en esta horrible realidad!
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Y aún más risible que mi humana existencia era el hecho de divagar constantemente con experimentar otra existencia más allá de esta funesta realidad.
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Catarsis de Destrucción
