,

Catarsis de Destrucción 41

No tenía caso, nunca lo tuvo sinceramente. De nada servía intentar explicar a otros lo que sentía, hablarles de la desesperación de existir y del hartazgo existencial extremo, entre otras sensaciones suicidas, pues era evidente que títeres como ellos nunca lo entenderían. ¡Basta ya de pláticas mundanas y de tontas confesiones! La hora ha llegado: hoy me cuelgo sin importar nada más.

*

¿Existe acaso algo más desesperante y deprimente que el mero hecho de despertar por las mañanas, abrir los ojos con profunda desolación y saber que aún no hemos muerto? Más aún, saber que será otro día donde deberemos soportar de nueva cuenta a las estúpidas personas que nos rodean e incluso a nosotros mismos ya arruina todo de antemano.

*

Solo morir es la auténtica bendición, pues ¿desde qué clase de siniestra y blasfema perspectiva nacer en esta horripilante realidad humana podría ser una bendición? ¡No, mil veces no! La muerte, el vacío, el suicidio, la nada… ¡Esas sí que son cosas hermosas y deseables!

*

Una mujer embarazada es la mayor prueba de que la humanidad no debe seguir existiendo, pues ¿existe acaso algo más repugnante y vil que engendrar a otro miserable ser y, así, prolongar esta ignominia que es la raza humana?

*

Nadie está destinado a conocer a nadie, ni tampoco a ser apreciado, querido o amado. La realidad es que hemos sido engañados para creer que merecemos todas esas tonterías, esa es la gran trampa de la pseudorealidad. Pero lo único que en verdad merecemos es ser eliminados por completo con el más absoluto despliegue de odio y que jamás vuelva a existir criatura tan ruin y absurda como el ser humano.

*

Crucifícame con todo tu odio e incinera mis restos en la cúpula de los desterrados, porque eso es precisamente lo que merece un ser tan detestable como yo. Pero antes prométeme que, más allá de esta podredumbre ridícula que es la existencia, ya no habrá nada más; porque lo que necesito es desvanecerme eternamente, salvar mi mente de cada martilleo que resuena en la mandíbula del oscuro mañana y olvidar que alguna vez tuve un cuerpo y una mente.

***

Catarsis de Destrucción


About Arik Eindrok

Deja un comentario

Previous

Me gustas mucho (2)

Desasosiego Existencial 38

Next