Es de noche y no sé cómo refrenar estos impulsos enfermizos
Prometí que no volvería a hacerlo, pero soy demasiado débil
Demasiado humano como para no ceder ante mis delirios sepulcrales
Y demasiado obsesivo como para no escuchar tu voz llamándome
.
Los pasillas apestan a culpa y la sangre de mis muñecas me aterra
Otro intento fallido de suicidio, pero eso no es lo que me preocupa
Ahora debo intentar controlar mis impertinentes deseos una vez más
¡Son tan fuertes las ganas que tengo de salir corriendo y hacerlo!
.
¿Por qué no? ¿Para qué refrenarme? ¿Por qué negar lo que soy?
¿Qué soy? ¿Quién soy? ¿Qué hago de nuevo en este maldito lugar?
Ni siquiera me percaté cuando abandoné mi deplorable habitación
Mas ya estoy aquí, nuevamente en disposición de mis demonios
.
La demente necesidad pudo más otra vez y temo que no será la última
Volveré aquí y tendré que repetir el proceso que tanto me repugna
En el fondo, lo amo; es solo que la lucha interna me persigue después
En mi mente fantaseo con no volverlo a hacer, aunque sé que me miento
.
El señor es testigo de que combatí esto con todas mis fuerzas, pero fallé
No existe peor mal que la sacrílega incongruencia con uno mismo
Y no existirá jamás peor mentiroso que aquel se miente a sí mismo
Yo soy uno de esos, sé que no pertenezco al cielo y que debo redimirme
.
Estoy ya cansado, pues cada vez me toma más tiempo sacarte de ahí
Y es porque, cada vez que prometo no volver a hacerlo, te hundo más
Vanas palabras de un necrófago irremediable con psicosis depresiva
Llevo ya tu cuerpo frío de vuelta a mi cama y mi miembro se endurece tanto
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Dulce Tortura