Grande la injuria que cubrió este mundo execrable
Ausente de la poesía y amante del rencor absoluto
El humano desdeña su misión y elige la sumisión
Ególatras pendencieros tratan de romper el caparazón
.
¡Qué hermosas las perlas otorgadas por el poder supremo!
Y ¡qué desperdicio al dedicarse el humano a banales tareas!
El demonio pasa su lengua por las mejillas del más insulso
Pero tú sigues, eres más refulgente que el fuego iridiscente
.
Las brujas han intentado chupar tu interior con argucias
Falacias han llovido y bañado tus pies despegados del suelo
Mi ángel sublime, sostienes en ti la llama de la salvación
La gran depresión no podrá rasgar tu fulgurante corazón
.
Se puede ir a ningún lugar y perderse entre los locos
Cegarse y engañarse sigue siendo para todos la mejor opción
Con tu dulce y sutil erudición obturas la ignominia atroz
Con desolación me cuestiono tanto que termino sin ser yo
.
El mérito de tu estancia fue fijado por el ternero elegante
La copa se derramó en tu cien el día en que surgió tu ser
La reencarnación soltó las cuerdas y el cielo retumbó
Quisiera saber que tú vivirás lejos del humano infierno
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El ser horrible ha olvidado su condición y elegancia divina
Olvidó el amor y el sacrificio por disminuir la tristeza imperante
Solo se promueve el materialismo, la envidia y el dinero
El rey más poderoso caerá cuando el ave dorada alce vuelo
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Arderán los injustos, morirán al azar los sacrílegos pendencieros
Pero tú surgirás y buscarás la hermandad de los purificados
Las hadas te conducirán por la vertiente donde tu espíritu sanará
Acabará el tiempo finalmente, se escucharán los místicos cantos
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De este mundo soy prisionero inexpugnable y encubierto
Tieso está ya el papel en que se derrama la sangre de tus ojos
El bucólico lugar que en ti hay oculto servirá de conexión
Para escapar del mundo humano y purgar contigo mi interior
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Libro: Corazones Pegajosos