La realidad debe fenecer

La senilidad de la creatividad humana al fin cedió, todo terminó

La muerte vino desde su reino y arropó al desdichado, le consoló

Y los que habían sido partidarios del sinsentido también se alegraron

Gustosos morían los perros sin abandonar su repugnante engaño

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¿Podía la muerte entonces brindarles la sublimidad y el sueño eterno?

No, desde luego que no; esos humanos debían pudrirse en su odio y su veneno

Por ello, arrojados fuera del vórtice los hallaron lamiendo su inmundicia

Y, para vengarse del óbito, crearon una vida basada en banalidad y dinero

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¿Qué clase de bastarda realidad es esta donde somos prisioneros de la vida?

¿Por qué habría de ser la existencia un martirio distorsionado y sin sentido?

No es bueno que un ser viva cuando lo único que desea es ahogarse de madrugada

Ellos impusieron la miseria y la ignorancia, nosotros las tornamos en emblemas

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¿Por qué será que esta ficción es tan falaz, tediosa e hipócrita? ¿Es dios un humano?

Todo lo construido sobre esta paráfrasis insana deberá ser destruido de súbito

Y de la nada tomar el primer ojo para reconstruir la naturaleza menos podrida

Es seguro que el humano ha asesinado su alma, ¿cuándo hará lo mismo con su hijo?

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Los marcados vendrán y escupirán la sangre de los lobos para sentenciar la paz

Ángeles de la noche que balbucean imprudencias, ¿no comerán esta vez del fruto?

Preferible hubiera sido que esta raza se hubiese terminado antes del comienzo

Parece contradictorio intuir el aroma que nos aturdirá cuando llegue la matanza

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La yuxtaposición de los eones críticos jamás será presenciada por la criatura ruin

¿Qué decirle a la virgen de lamentos felices si quiere verme entre nuevos matices?

¿Para qué mantener la sombra en la oscuridad si en la luz viviremos sin ser felices?

Ya es tiempo, pequeño amigo tuerto, de cambiar la percepción y romper el monumento

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La obra, en donde tantos han sido despintados y ellos triunfan, nubló el horizonte

Y los colores reducidos al gris de lo risible nos parecieron asquerosamente normales

Pero el devenir fue confeccionado con tal de no mostrarnos nuestro cántico preferido

Tomemos la fuerza del vacío, cantemos y purifiquemos hoy la grosería de los mortales

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Libro: Último Suspiro


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