Pienso en qué acaecerá cuando estemos muertos
En la pureza con que cobijabas mi maldita soledad
Los paseos por el desfile burbujeante de satisfacción
La forma en que tu mirada llenaba este cuarto de amor
…
Cuánto no hubiera dado por retenerte antes de conocerte
Quería escucharte desternillándote con tu angelical talante
Aunque fuera víctima del tiempo y del elemento ardiente
Siempre admiré tu belleza más allá de toda impura realeza
…
Pienso que se desvanecerán todos los emplazamientos concurridos
No habrá sitio para los recuerdos tan vívidos de tu boca
Se esfumaran los recorridos, las comidas, las discusiones
Se apagará el galimatías alborozado por estos corazones vivos
…
No sostendrás más mi mano y olvidaremos el querer confluir
Cuando llegue el tiempo de partir no habrá nunca más despedida
Recordaré cómo te conocí y a mi materialidad diste espíritu
Se irán los recuerdos maravillosos de tus cosquillas en mi oído
…
Se irán las reminiscencias, se borrará tu cara al hundir la garra
En un tiempo sin medida quedará reducido nuestro mágico amor
Olvidaremos esta dependencia, seremos víctimas del sinsentido
Perforarán nuestras cabezas al compás del enamorado sin color
…
Añoro tatuarme tus besos en el río de las flores desgajadas
Quisiera tanto acurrucarme entre tu pecho y renacer contigo
En tu primera palabra, lágrima, amor o castigo ser yo el alivio
Observar tus caídas y victorias, tener tu calor en el frío estío
…
La música radiante que tu canto produjo resuena con poder
Me has guiado con cautela suprema al vértigo embebido
Solo deseo nacer y morir entre tu cálido y centelleante ser
Averiguar en qué maldito momento aconteció nuestro triste olvido
.
Libro: Triste Insania de Amor y Muerte