El entorno no era el más adecuado para analizar mi intrínseco sentir
La base sobre la que se sostenía mi cordura se tambaleó repentinamente
El descontrol fue producido por la siniestra sombra que aguardaba
La inspección de quién era yo no podría haber sido por ahora peor
.
Sentimientos encontrados en el presagio de un sibilino entumecimiento
Imágenes apareciendo y musitando toda clase de locuras homicidas
No me inquieta, sin embargo, perder el control de mi supuesta existencia
El entendimiento de lo que atribula mi interior está fuera de mi alcance
.
Se aglomeran en torno a mi corazón, pero les parece insuficiente mi razón
Su intelecto sobrepasa cualquier forma de abstracción o realidad
En conmoción me entrego, pues se torna fútil resistir la embestida
Las traviesas ilusiones de suicidio son las que me apartan de mi sombra
.
Ella es fuerte, lo necesario para emanciparme de la inefable muerte
Inflama mis vociferantes trastornos y sugiere la melodía de los endemoniados
Se expande, se alimenta de mi debilidad y se burla de mi sinceridad
Se esconde en el sitio donde no la puedo sacar: en el centro de mi mente
.
La tortura continúa, pues aquella delirante poesía ensombrece el firmamento
Pocos son ya los sueños que mantengo intactos de su llanto abyecto
Tan poco es lo que queda de mí, y que por su esencia no ha sido consumido
Debo confesar que añoro el suicidio para de su cerval poder liberarme
.
Pero luego me deprimo al recordar que solo me usa, que no existe fuera
Soy el instrumento de su destrucción, el malsano emblema de la perdición
Me parece tan lamentable que solo yo pueda vislumbrar su verdadera forma
Tal vez, aunque me mate, ella seguirá existiendo más allá de mi tragedia
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Libro: Triste Insania de Amor y Muerte