Esta existencia mía ha sido complicada, pero solo quería decirte un par de cosas. Y es que pensar en ti me ha ayudado mucho, más de lo que creerías. Te pienso tanto que a veces hasta me aterra ya no poder recuperar el control de mi cabeza, pues tú invades cualquier recoveco y, con tu espectacular silueta, me embelesas hasta el infinito9. Y, aunque no estés aquí ni hablemos todo el tiempo, eso no importa, porque te llevo en mi lúgubre corazón más allá de este absurdo teatro que es la vida humana. Me siento muy feliz de haberte conocido y de poder compartir esos breves lapsos a tu lado donde me confieres la dicha de poder, aunque sea, olerte, contemplarte y deleitarme con el increíble aura que emana de tu peculiar y bello ser. Me siento sumamente feliz de escuchar el delirante encanto de tu voz, de leer tus mensajes al despertar, de recordarte y sonreír tontamente. Creo que me he perdido en el sol de sistema y siento que podría permanecer perdido hasta mi muerte.
Me siento feliz cuando te abrazo y te beso, cuando me acaricias con dulzura y me recuestas en tu tierno pecho. Me siento feliz cuando comparto mis comidas contigo y también cuando compramos algo juntos, aunque sea lo más insignificante. Me siento feliz de poder sostener tu etérea mano, de vibrar con tu sublime presencia, de perderme en ese exquisito manantial que solo tú ostentas. Me siento feliz cuando te percibo fijamente y te sonrojas, pues me pareces tan jodidamente especial y tan poéticamente perfecta. Me siento feliz cuando te escucho cantar tan dulcemente, ya que tu voz es para mí algo incomparable, algo más allá de este plano mundano. Tu voz me parece confeccionada por una especie de entidad superior quien depositó en ti el don perfecto para que, al escucharte, mi adicción fuera total. Solo tú tienes todo lo que me gusta, solo tu sonrisa me gusta más que la de la muerte. Solo contigo quiero estar, porque solo a tu lado puede regocijarse mi desolada esencia.
Y también sé que no siempre estarás en la disposición de dar lo mejor de ti, pero yo estoy dispuesto a comprenderte, cuidarte y quererte sin importar nada más. Porque, aunque existir sea un extraordinario suplicio, sabes que, cuando estoy contigo, me haces volar y alucinar sin parar. Todo se siente como entrar en otra realidad donde el tiempo y el espacio se tornan indiferentes, donde lo único que mis ojos contemplan es la inmarcesible hermosura de tu catártico espíritu. Porque, en realidad, más allá de tu cuerpo, es ese algo misterioso que no podría jamás tocar, pero sí sentir, lo que me hace adorarte y amarte cada vez más. Y, en fin, solo quería decirte lo inconmensurablemente feliz e inspirado que me hace sentir tu compañía independientemente del lugar, instante o circunstancia; y es así porque me gusta todo de ti y solo de ti. Porque quiero amar todo lo que tú eres por encima de todo lo que alguien más podría llegar a ser.
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Melancólica Agonía