Tú me obsequiaste algo más allá de este mundo cuando te conocí: me diste vida cuando ya estaba casi muerto. Pero ahora que te has ido, ¿acaso la muerte vendrá y fungirá como mi único y último consuelo?
.
Tú me hiciste recordar que todavía existe en mí, aunque sea absurdo, un profundo amor que solo vibra por ti.
.
Abrázame fuertemente, porque ya casi no me quedan fuerzas para contemplar tu alma y acariciarla en la noche de las bestias aladas.
.
Mírame aquí, prosternándome ante la famélica esencia de la locura y suplicando por un poco de piedad que deshaga el nudo que aprieta mi garganta; desgarrando el matiz reluciente en donde jugamos a ser felices, pero sin conocer la culminación de este amor delirante que ahora nos pudre desde nuestra humana simiente.
.
Prefiero mejor estar lejos de ti y mirarte sonreír con alguien más que estar cerca y mirarte llorar; porque, bien lo sé, nunca, en ningún mundo o dimensión, me vas a amar.
…
Amor Delirante