¿Quién iba a imaginar que el mono parlante llegaría tan lejos en su patético divagar por este caótico universo? ¿No es acaso ya tiempo de que se extinga tan repugnante e impía criatura para abrir paso a algo mil veces más evolucionado? Bueno, la esperanza es lo último que se pierde…
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Y yo, sinceramente, comienzo a creer que la humanidad es solo el entretenimiento más vil de alguna entidad superior y siniestra que se regocija con tal mescolanza de estupidez, miseria e insustancialidad. ¿Qué más podría ser sino solo eso? ¿Qué más podría esperarse de seres completamente regidos por la mentira, el sexo y el dinero?
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¡Pobre y tonta humanidad! Más le hubiera valido nunca haber existido, nunca haber ensuciado el orden cósmico con su nefanda esencia. Ojalá pronto sea exterminada tan aberrante raza y que jamás nadie vuelva siquiera a recordar lo que fue su intrascendente y miserable existencia.
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Algunas personas hablan de ser un asco de persona por determinadas razones morales o ciertas conductas hacia otros. ¡Pobres ingenuos! No se dan cuenta de que el simple hecho de ser algo, en especial de ser humano, ya es, sin importar cualesquiera cuestiones morales o de cualquier otra índole, algo sumamente vomitivo y abyecto.
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Nada podría caerme mejor en este momento que un maldito rayo del cielo; así que Zeus o quienquiera que seas, ¡dígnate en cumplir mi última voluntad, te lo imploro!
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Siempre me causó enorme gracia cuando las personas solían preguntarme qué quería ser de grande… ¡Nada! ¡En verdad, nada! ¡Eso quería, quiero y querré siempre! ¡Ser nada, no ser, no existir! ¡No haber existido jamás, que nada hubiera existido jamás!
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Catarsis de Destrucción
