Brillas tras cada decepción y sin alas incluso
Recluso del carmín que en tus ojos atisbo
La concordancia perfecta de belleza e inteligencia
Eres tú, en cada fragmento de tu sutil existencia
.
Añoro bañarme en los ríos que manchan tus colores
Embotarme de esa fragancia y ese matiz fulgurante
No he horadado todavía los misterios de tu etéreo corazón
Sigo durmiendo en tus sueños y viviendo en tus olores
.
Esculpida por lo inmutable se me figura tu alma
Negando la felicidad y tan cerca de ti me acongojo
Mastico los males de la noche y te brindo chispas de lo eterno
Me empecino y barrunto laberintos en tu despojo
.
A cada viento y tempestad me antepongo para adorarte
En los elementos y símbolos he venerado tu muerte
El corazón arde con un fuego grandioso ante tu iluminación
Breve tentación experimento al penetrar en tu interior
.
Los consagrados han hablado y al mundo contaminado
Han conminado a eternas desgracias por su ominosa inutilidad
La perdición fue anunciada y hemos de preparar la huida
Correremos por las carreteras de las flores en el atroz invierno
.
Presagiamos el peligro del sinsentido y de los dioses
Miles de precoces sueltan su verborrea sin atino
Sino sanar la cicatriz, partir contigo en el fin del tiempo
Al ínterin llevarte, que contigo me disuelva en el templo
.
Ser y no ser, contigo puedo sin rumbo desaparecer
En las profundidades de la tristeza sempiterna fenecer
Serán otros quienes perezcan por su absurda guerra
La de nosotros es una querella bella, una nueva tierra
.
Para mi eterno e imposible amor…
Libro: Palpitación Onírica