Lo verdaderamente inconcebible es que esta raza de tontos e ignorantes monos continue reproduciéndose y enalteciendo así lo absurdo de su execrable esencia, pues ya no es suficiente con haber contaminado la existencia con la suya, sino que ahora incluso la contaminan con otro pestilente engendro. Luego, se enorgullecen y promueven esto con una actitud sumamente estúpida que a cualquier ser sensato asquearía.
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Mientras exista la humanidad, existirá el infierno. Y, de hecho, es un infierno bastante efectivo.
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El ser no solo no debe continuar existiendo, sino que, en realidad, nunca debió haber existido.
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Creer que la humanidad es bella o que tiene algo interesante es tan solo una ridícula creencia de sus integrantes, así que el chiste se cuenta solo.
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¿Qué es real sino lo que hasta ahora nos han dicho y creemos como tal? Tal vez lo real no es nada de esto, sino algo que no podemos entender en nuestra limitada y patética percepción.
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Las cosas buenas de la humanidad ya no podía apreciarlas, pues se veían tan inmensamente opacadas por las malas, tanto en cantidad como en intensidad, que hasta podríamos decir que ni siquiera existían.
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Manifiesto Pesimista
