Memorias de desgracia

Profundo martilleo de sentimientos en el cielo de mi dolor

Lóbrego reclamo producido por la mezcolanza más infame

Se agitan las brumosas ilusiones de la desavenencia inmortal

Se matan los densos corazones difamados por la impiedad

.

Enredado en un silencio cálido destrocé el lado opuesto del sol

Pero desnudo yació el monstruoso interior del último color

Retozaron los pequeños roces para incrustarse en el eidolon

Travesuras de esencia nauseabunda las que apagaron el amor

.

Tremebundas fantasías aullando en la desesperación frenética

Mortales merodeando las falsas promesas del placer sagrado

Estaba dentro, pero no parecía gustarme la conversación turbulenta

Si era locura, amor o suicidio este desvarío, imposible era dilucidarlo

.

No había tempestad parecida ni alucinación con tintes de realidad funesta

Que emancipara de mi cabeza la recalcitrante vehemencia de su palpitación

Te miré susurrando poemas incandescentes en las sonrisas de otros

Pero callé, esperé que el suicidio de tu calumnia escindiera mi condición

.

La agitación producida tras la visión infame trastornó mi precepción

¡Cuán quiméricas habían sido las noches de pasión que ambos plasmamos!

En la supuesta fruición de un amor conducido por la traición suprema

Ahora sé que la única verdad en este mundo aciago es la incipiente mentira

.

Tú ya no fulguras en los lienzos bucólicos que pinto con melancolía día tras día

Ya no es tu silueta iridiscente la que ilumina mi sombría y absurda existencia

No es tu sonrisa mística ni son tus caricias afables las que en las noches me consuelan

Es otra boca la que hechiza ahora mis pasiones e inflama mis voluptuosas ilusiones

.

Aunque por momentos vuelve la insana sensación de extrañarte y poseerte

Rememoro con agonía las lágrimas que por tu causa mi corazón derramó

Las sentencias apocalípticas que mi alma al cielo imploró cuando se acabó

Contigo todo era más hermoso, pero se trataba solamente de una comedia

.

Nunca merecí que fueras fiel, pero tampoco creo haber merecido tal injuria

Todavía, maltrecho y acongojado, recuerdo el día en que tus labios a otro arroparon

Y esa misma noche asesiné todos los sentimientos que por ti conservaba

Me embriagué y en las caricias de una esencia ajena y extraña te olvidé

.

Yo de ti solo tengo memorias fragmentadas y promesas jamás cumplidas

Y, aunque a veces, cuando mis sentimientos enloquecen, aún te extraño

No quiero saber nunca más de tu vida, para mí tu existencia está calcinada

Ya no me conmueven las pinturas con las cuales hipnotizaste mi espíritu

.

Para mi eterno e imposible amor…

Libro: Triste Insania de Amor y Muerte


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