Estoy seguro de que ellos se engañan siempre, me refiero a los seres humanos. Toda su historia es igual: solo un tropel de mentiras matizadas hermosamente para parecer creíbles y hasta dignas de ser obedecidas y tomadas como principios espirituales. No obstante, la mayor de aquellas falacias es la del amor, pues nada hay más preciso y liberador que la infidelidad y el daño hacia aquel a quien se cree amar o adorar.
*
Cada vez que alguien se vincula a otra persona y promete tantas estupideces como el amor eterno o la fidelidad absoluta, dios se regocija en su trono al mirar a su absurda creación ir en contra de su propia naturaleza; el diablo, por otra parte, se aburre de contemplar siempre lo mismo.
*
Si enamorarse de alguien más habiendo estado estúpidamente enamorado ya una vez no representa la burla de los sentimientos más misteriosos y espirituales, entonces es que el ser aún no comprende su infinito sinsentido en el abismo de los infiernos que él mismo ha labrado y donde está destinado a ser miserable y patético hasta el día de su eviterno exterminio.
*
Un ser perdido entre un conjunto de idiotas, entre una barbarie de monos poseídos por las más recalcitrantes y pútridas mentiras. Ese era yo la noche en que te encontré y en que, ebrios y odiándonos a nosotros mismos más que al mundo, terminamos haciendo lo que nos condenó como bestias: entrelazar nuestros cuerpos y alucinar entre orgasmos endemoniados. Luego de eso, ¿qué más podíamos hacer sino matarnos para expiar nuestra funesta y repugnante humanidad?
*
Tienes esa delirante perversión que enciende todos mis vicios y me trastorna hasta la poética demencia en donde convergen mis suicidios más amados. Desde la primera mirada hiciste refulgir esa pasión que ya había perdido en mis años de estupidez y matrimonio; me hiciste recordar que el verdadero amor siempre proviene de la infidelidad y que la pasión más sublime se nutre siempre de los labios prohibidos.
***
Obsesión Homicida