Pensamientos LEEH19

No quería estar en este mundo y tampoco toleraba ser yo mismo. Entonces debía matarme lo más pronto posible, extirpar cada parte de humanidad que contaminaba mi destino. ¿Qué era yo en realidad: un monstruo o un demente? ¿Cuándo y cómo podría averiguarlo? Es extraño, pues comienzo a tener más miedo de mi mente que de mi muerte.

.

Una excelente manera para sentirme muerto consistía en fingir que estaba vivo, pues vivir y morir se habían convertido en exactamente lo mismo: solo impedimentos para alcanzar el estado más divino, elementos de un absurdo en el cual pendía mi destino.

.

Tus ojos me cautivaban, pues parecían esconder ciertos matices extraños que solo llegué a contemplar en la pintura de mi suicidio.

.

Cada vez que moría, era su sombra la que me revivía. Pero, cuando ella murió, mi sombra no pudo hacer nada, sino solo sonreír, porque esta vez nada ni nadie de la muerte me arrebataría.

.

Sospecho que hay ciertos indicios de muerte en algunos lapsos de la vida, pero siempre los ignoramos para someternos al influjo absurdo de un mundo al que no pertenecemos y donde ni siquiera entendemos para qué existimos.

.

Libro: La Execrable Esencia Humana


About Arik Eindrok
Previous

Corazones Infieles y Sumisos VI

Corazones Infieles y Sumisos VII

Next