Además de la locura y la crápula, ¿qué más queda sino la muerte? Creo que nada, al menos para un vil demente como yo.
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Es natural perder la fe en el mundo, en la humanidad y hasta en uno mismo… Es entonces también natural que solo el suicidio pueda consolarnos.
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Así pues, la niña se preguntaba noche tras noche dónde estaba dios cuando su propio padre abusaba de ella y la maltrataba, sin sospechar que tal vez dios se divertía con tal acto.
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Ver noticias me parece la mejor manera de ver cómo el mundo se pudre feliz y lentamente.
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¿De qué servía rezarle a un supuesto dios si nunca respondía? Creo que sería mejor pedirle que este mundo se acabara, a ver si eso sí puede cumplirlo.
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Romántico Trastorno
