,

Amor Delirante 57

Y es que no te imaginas todo lo que significabas para mí, todo lo que descubría al hundirme en el inmarcesible fuego de tu mirada y en la inexplicable beldad de tu sonrisa. Me gustaría en verdad haberte podido expresártelo de un modo más humano, pero fue imposible. Al final, lo único que puedo hacer ahora es amarte desde la lejanía de mi solitaria y deprimente locura.

*

Debo confesarte que ahora me siento sumamente confundido, no sé si a ti te pase. Lo más seguro es que no, pero me gusta que lo sepas. Estoy hablando de estas sensaciones tan raras que van y vienen en mi interior y que, ahora no tengo duda, son provocadas solo por ti. Es todo un torbellino que me atrapa y me sacude con violencia cuando sé que te veré una vez más; sí, es un torbellino que me desgarra por dentro y me deja en la demencia, pero uno del cual, ciertamente, no quisiera nunca escapar.

*

Todo es por ti, no sé cómo ni por qué, pero así es. Y, cuando te veo nuevamente, creo que siento que muero, pues no logro concebir como un ser tan majestuoso como tú puede existir en esta putrefacta realidad. En verdad, me desfragmentas por completo; me embriagas de un néctar que no puedo parar de beber, pero que, al mismo tiempo, me asesina tan lenta y dolorosamente.

*

Estar contigo, aunque sea solo unos minutos, basta para hacer que me sienta un poco menos arrepentido de estar vivo; tal es el efecto que causas en mí. Y sí, debo admitir que vivo pensando en no hacerlo, pero desde que llegaste a mi vida me has embelesado a tal punto de hacerme olvidar un poco mi delirante esencia suicida. No sé cuánto tiempo durará este embriagante hechizo, aunque sé que no mucho. No obstante, mi amor por ti no fenecerá incluso si algún día, próximo o lejano, nuestras almas deben separarse para jamás volver a encontrarse.

*

Jamás pensé que pudiera pasarme algo así, que pudiera caer rendido ante la magnificencia de tu divina esencia, pero me has cautivado tanto. Tus sublimes labios se han convertido en el único cielo en el cual quisiera reposar eternamente y tu inefable alma es la única que quisiera poder contemplar, acariciar y amar cada día por el resto de mi triste existencia. Y, quién sabe, puede que entre tus brazos encuentre razones para no matarme todavía…

*

A veces odio pensar que te amo, porque es tan doloroso y a la vez hermoso todo lo que provocas en mí. Y, aunque te amo, a veces odio pensarte a cada instante del día y odio también que solo tú puedas transformar mi infierno en un dulce y bello cielo. Odio amarte, porque eso me hace sentir jodidamente bien y me brinda una esperanza, quizá falsa, de poder morir entre tus labios alguna de estas noches.

***

Amor Delirante


About Arik Eindrok

Deja un comentario

Previous

Romántico Trastorno 39

Catarsis de Destrucción 5

Next