Porque todo lo que puedo decirte es que tú eres el caos que rige en mi universo. Tú eres como esa rosa que, sin importar cuántas espinas me encaje, no podría dejar de acariciar. Y no deseo incomodarte, en serio que no. Si es así, me disculpo y también me cuestiono cómo es que el amor de alguien podría incomodar, pero he percibido a veces tu distancia. Y eso no me molesta, porque lo único que siempre he querido ha sido hacer algo bello por ti y que algún día, acaso uno muy lejano, puedas ver algo valioso, aunque sea muy mínimamente, en todo lo que por ti yo hago y haría. Sé que mis escritos son pésimos, que son solo desesperados intentos por plasmar la sublime magia que despierta tu sagrada esencia en mi mortal constitución, en este traje de carne y hueso que me hace divagar en esta realidad nauseabunda. Todo esta cada vez peor y lo único que me acompaña por las noches es el insaciable deseo de quitarme la vida, de tomar esa maldita navaja e incrustarla en mi alma.
Ni siquiera creo ser escritor ni poeta, tan solo lo hago para y por ti; porque sin importar si incluso te repugnan o te parecen ridículos, o si están muy por debajo de lo que te escriben otras personas, eso a mí no me interesa. Lo que te escribo es siempre la verdad y un intento muy puro de hacerte sentir lo máximo; porque, en efecto, para mí tú eres lo máximo. A veces he sentido tanta desesperación por verte, por escucharte, por tenerte cerca…Y me llena de angustia y coraje pensar que otras personas sí pueden hacerlo, pero me calmo y pienso que eso no es determinante. Al fin y al cabo, tal vez podrías salir con miles y, aun así, podría yo estar en tu mente, aunque sea solo una tonta idea mía. Quisiera tanto poder escribirte algo bello, algo poético y con sentido, y no solo estas líneas miserables, pero espero algún día mejorar al punto de que pueda agradarte, aunque sea un poco. A veces pienso que lo que por ti siento es más una enfermiza obsesión que un amor real, pero no estoy seguro.
La verdad es que antes de ti hacía tanto que no le escribía así a alguien, que no quería expresarle de esta manera mi sentir a nadie. Y, al final, siempre odio pensar que disfrutas más la compañía de otros que la mía, pero incluso sé que eso podría ser natural. A veces tal vez pido mucho de ti, de tu atención, de tu interés y de tu presencia, y por eso siempre me he disculpado. Porque, aun si eso fuera así, aun si mi presencia te resultara irrelevante y odiosa, aun así, yo te adoraría. Supongo que a veces está mal querer hablar contigo todo el tiempo, querer verte cada día y querer sentirte en cada respiro. Sí, lo sé, pero es algo que quizá ni yo pueda cambiar, sino solo controlar, o tal vez no. Hay demasiadas cosas que desconozco de esta existencia, pero si de algo puedo tener certeza es de que tú eres todo lo que yo quiero amar por la eternidad. Tú eres el caos de mi universo, ese que me hace alucinar mediante los más inefables tormentos y que puede hacerme momentáneamente feliz con solo un beso.
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Caótico Enloquecer