El réquiem final está a punto de comenzar y nada podrá evitarlo
Meditarlo no tiene ya ningún caso, pues todo colapsará dentro de poco
Los despojos de mi alma brotarán cual florecillas de primavera triste
Y las calaveras que me atormentaron se fundirán con los cristales rotos
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Son amables en verdad las súplicas que escucho desde el bajo astral
Es irreal la sensación de morir sin tener certeza de haber estado vivo
Pero respiro, aún puedo soñar con una realidad donde sí estoy contigo
Donde tu calor me protege de toda la maldad que impera en el mundo
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¡Qué inmundo es el ser que pretende expandir su miseria sin límites!
¿Oyes tú también los truenos que anuncian ya la venida de la gran bestia?
¿Puedes acaso sentir como su inmensa sabiduría nos incita al suicidio?
O ¿es que acaso has perdido tu alma tras haber estado tanto tiempo vivo?
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Son sibilinas señales que confundirían a cualquiera, lo sé perfectamente
Las criaturas que descienden de los cielos rojos e inseminan a las vírgenes
¡Nada puede hacerse! Es más, jamás hubo esperanza alguna para nosotros
Los desterrados de lo sublime estamos condenados a pudrirnos para siempre
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Absurdas divagaciones mientras en el otro lado del muro aparece tu boca
Intento besarla sin éxito, pero me provoca a tal punto que deseo extinguirme
No tiene ningún significado unir nuestros cuerpos sino es en la muerte
Y, aunque allá fuera todo está derrumbándose, no me importa en absoluto
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Son dos las realidades que chocan y explotan en cromatismos delirantes
Me encanta la destrucción de lo que nunca debió haber sido ni por casualidad
Nos aferramos tanto a bagatelas que se esfuman antes de lo que quisiéramos
Y en este réquiem final solo puedo decir que te amé más allá de lo divino
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Nostálgica Contradicción
