Aún te extraño, todavía conservo el retrato de tu desnuda silueta
¡Y de qué manera embonaban nuestras almas en el éxtasis del caos cerúleo!
De más estaba respirar el calor propagado por el encuentro del cosmos
Era bonito ese lienzo en el cual ambos conservábamos nuestros deseos
.
Los rieles se oxidaron tras el constante conflicto entre nuestros corazones
Las querellas marchitaron las flores que atesorábamos en el baúl sagrado
Las aventuras en el sanatorio ofrecieron una alternativa al recuerdo
En el patíbulo no reconocí tu rostro entre los espectadores apresurados
.
Podría escribir miles de tratados de lo perfecto y lo irrisorio, de nosotros
En esta supuesta rueda en la que giramos conociendo tantos desolladeros
Pero ya no arderán las cruces de los muertos cuando atreviese el cementerio
Pues no estará tu sonrisa para aliviar mis estremecedores y obsoletos sermones
.
Fue una ilusión, pero al menos lo suficientemente poderosa para fingir paz
Una especie de felicidad misteriosa se apoderó de mi sombra y la agazapó
Temerosas, las panteras plateadas vinieron por la mañana para devorarme
Esos simbolismos cromáticos y posesivos de tu carne no podrán ya trastornarme
.
Si eres tú a quien deberé matar en mí para conseguir la trascendencia
Que así sea, no cederé nuevamente ante las falsas y humanas promesas
Porque soy un desdichado miserable cuyo corazón ha martirizado tu cuerpo
Y cuyos sentimientos hace mucho están enfermos por la memoria de tu silencio
.
Sigo sin deseos de vivir, mucho más abatido que cuando me aún consolabas
No hay ningún sentido en otras mujeres, libros, botellas ni vicios vomitivos
Todo lo que necesito es olvidarme de mí mismo, matar este odioso cuerpo
Si pudiera desaparecer de todos los mundos posibles, ¡sería todo tan divino!
.
Desde que no te miro he aprendido a fingir y callar para no lastimarlos
Es tan criminal y absurdo expulsar lo que se piensa sin herir a otros
No obstante, hay algo que debo agradecerte en el ocaso del amor extinto
Y es lo cansado que resulta amarte así cuando estoy tan harto de mí mismo
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Corazones Pegajosos