Algún día despertaré contigo y te miraré centelleando como nunca
Cada día a tu lado será más perfecto que la poesía más idílica
Nos deslizaremos por vertiginosas olas de perfecta armonía
Y adornaremos el anochecer con besos sublimes y miles de caricias
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Te cuidaré mucho más que a la existencia de la humanidad entera
Porque, para mí, tú estarás siempre por encima de cualquier quimera
Eres la espectacular estrella con la cual quiero fundirme eternamente
Y el fuego en el cual quiero derretirme sin importar las consecuencias
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Porque cuando estás a mi lado incluso la vida me parece menos mísera
Todos los males que me envuelven se dispersan cuando me miras
Pues tus ojos son las más inefables joyas en esta vasta penumbra
No quiero dejar de escucharte, pues solo tu voz aleja la amargura
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Quiero creer que algún día no habrá más alucinaciones improbables
Ni tampoco tendré que amarte solo reflejada en mis pensamientos
Sostendré tu etérea mano, aun si eso significase mi última muerte
Porque, si te tengo, no me interesa vivir o desaparecer para siempre
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El maremágnum de sentimientos ocultos me trastorna la cabeza
Por hundirme en la dulzura de tu boca, yo cometería cualquier rareza
Por dilucidar la magia de tu sonrisa, que me sometan a cualquier juicio
Lo único que sé es que, sin ti, del suicidio ya no puedo hacer caso omiso
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Y creo que podría morir esperando el anhelado día de nuestro encuentro
Ese perfecto momento donde nuestras almas al fin converjan por completo
Y donde nada ni nadie me separe de tu angelical y acendrado espíritu
Pero divago, porque creo que, tristemente, tú jamás estarás conmigo
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Para: mi eterno e imposible amor
Libro: Quimérico Enamoramiento
