Los días de la agonía más sórdida se presentan ya, no esperan
La tormenta de la desesperación retumba en las ventanas rotas
Los gritos de perdición y delirio ahogan cualquier otro sonido
Y el silbido del viento trae consigo el exquisito eco del suicidio
.
¡Qué locura creer que todo esto tuvo alguna vez algún sentido!
¡Qué estupidez pensar que la humanidad podía ser algo sublime!
Resultaron ser solo unos pobres tontos, unos ciegos sin remedio
Adoradores de lo más banal, esclavos del falso y ominoso dios
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Imploro por el final, por la purificación de esta realidad execrable
Es realmente detestable todo, es solo una miseria vil y absurda
Lo ridículo de esta vida no deja de sorprenderme, me asfixia demasiado
Me enloquece saber que el mundo no pueda terminarse de una vez
.
¿Por qué no se mueren todos? ¿Por qué no muere todo lo que es?
¿Qué sentido tiene proseguir? ¿Por qué no matarnos ya? ¿Por qué no?
La muerte es la única catarsis, la solución a este pandemónium viviente
Pero el siniestro empaque de mentiras prosigue su funesto cometido
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¡No quiero caer de nuevo! Debo resistir a la insania que me apabulla
El aullido de los lobos devorando la carne de los malnacidos es un alivio
Aunque temporal, pues todo es asquerosamente humano, demasiado terrenal
La agonía de mi alma no puede ya ser calmada de ninguna maldita manera
.
Las fauces de la soledad arañan mi compungida esencia, me trastornan
Es lo único que queda ahora: la oscuridad que todo lo ha de conquistar
El veneno definitivo está listo, la solución debe apurarse cuanto antes
Las ratas se escabullen, los poderosos infames dan sermones a las ovejas
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¡Maldita sea la hora en que nuestra existencia se materializó!
¡Malditos sean aquellos que nos crearon en este infierno caótico!
¡Maldita sea la carne putrefacta de nuestro cuerpo lacerado!
¡Malditos sean aquellos que se regocijan con este sinsentido ficticio!
…
Nostálgica Contradicción
