,

Desasosiego Existencial 26

Ya no quería nada, en verdad nada. Ni embriagarme, ni drogarme, ni ir al psiquiatra, ni ir al psicólogo, ni ir a fiestas, ni conocer personas, ni practicar deporte, ni mirar televisión, ni estudiar nada, ni ascensos laborales, ni escuchar música, ni salir al parque, ni alimentarme y, de hecho, ni siquiera fornicar. Lo único que quería era qué me dejaran a solas con mi soledad, a solas con mi muerte.

*

Nuestra imaginación es tan limitada que ni siquiera podría imaginar algo tan jodidamente insignificante y miserable como nuestra propia existencia que, sin embargo, parece ser real. Es una gran contradicción que, siendo tan inferiores e ignorantes, podamos reflexionar tanto y llegar a crear cosas ligeramente sublimes como el arte, la música o la poesía. Claro que, últimamente, incluso esto se está yendo al carajo. Muy probablemente sea este el aviso de que la humanidad ya debe llegar a su fin y, con ello, retornar el dominio al caos infinito.

*

El mayor insulto que he recibido y el que jamás podré perdonar es el que me ha hecho la existencia al hacerme parte suya; al hacerme parte de este averno catastrófico donde debo pasar los días bajo los efectos de cualquier sustancia que me haga olvidar el mayor tiempo posible lo estúpidamente absurdo que es todo en esta vomitiva pseudorealidad.

*

No importa que tan grande sea nuestro ego, la vida siempre se encargará, tarde o temprano, de destruirlo, pisotearlo y, a veces, de hundirlo en los más abismales infiernos. Y todo ello sin que podamos hacer nada al respecto, pues, aunque dioses nos creamos, no somos sino meros títeres adoctrinados de formas que ni siquiera podríamos llegar a imaginar.

*

Los asesinos no deberían ser castigados, sino premiados, pues se encargan de purificar un poco este repugnante mundo y preservar así el equilibrio natural de las cosas. Pero en esta ridícula civilización donde todo está tan tergiversado, se prefiere alabar a aquellos hipócritas que supuestamente aman la vida y se reproducen en un acto de incuantificable estolidez.

*

Lo malo es que nazcan más personas de las que mueren diariamente, pues así nunca se conseguirá la sublime catarsis que tanto añoramos: la inexistencia absoluta. El ciclo se repetirá y más esclavos alimentarán a la pseudorealidad sin que nada ni nadie pueda evitarlo. Es realmente lamentable, pero este mundo no tiene nada bueno y sus habitantes son solo unos completos buenos para nada. ¿Por qué no destruirlo por completo entonces? O ¿es que acaso la esencia de esta trivial experiencia carnal llamada vida es el sinsentido y la agonía?

***

Desasosiego Existencial


About Arik Eindrok

Deja un comentario

Previous

Catarsis de Destrucción 29

El Color de la Nada 02

Next