Sigo velando por tu sueño, recostándome en tu pecho
Continúo todavía besando tus labios, aunque fríos estén
Y soy consciente de que tu partida fue inminente
Pero fue lo mejor, pues nuestro amor habría muerto
.
Y así lo quisiste tú aquella noche en donde te fuiste
Donde partiste hacia un mundo desconocido que añorabas
Y yo te conservé, guardé tu recuerdo cuando pendías del techo
Estabas ahí, tan bella y colgando, pero sin perder tu belleza
.
Nadie supo de tu desgracia, todos te creen aún entre ellos
Pero tú ya eres diferente, tú has trascendido esta dimensión
¡Qué iluso el creer que te marcharías con alguien más!
Y estoy seguro de que lo hiciste para salvar nuestra unión
.
No creo que haya sido mi trato el que te obligase a ello
Tampoco protestaste cuando fuiste raptada de aquellos brazos
Que indudablemente no merecían tu calor ni tu dulce sonrisa
Te brindé todo lo mejor, te otorgué mi vida a cambio
.
Y, aunque creías ser infeliz, en el fondo lo disfrutabas
Yo te di mi corazón entero, mi vida fue tuya desde el comienzo
Conmigo nunca te faltó aquella sangre que tanto exigías
Tenías todo lo que hubieras deseado en tu etérea existencia
.
Toda tu belleza no hubiera podido ser retenida en este plano
Por eso te fuiste, por eso en sus fauces caíste rendida
Y me alegro, pues ahora puedo finalmente usar la pistola
Puedo rozar tus labios sin oposición y disfrutar de tu compañía
.
Por siempre estarás a mi lado, nunca osarás abandonarme
Y, aquella carta, para mí representa nuestro juramento
Aunque en ella me hayas negado y hayas confesado tu suicidio
Creo que te confundías, solo decidiste postergar nuestro idilio
.
Para: ella, mi eterno e imposible amor…
Libro: Corazones Pegajosos