,

Obsesión Homicida 64

Quisiera ahora mismo poder hacer realidad lo que no va más allá un mórbido ensueño: devorar tu cuerpo en lugar de los gusanos que tanto lo degustan en aquel sórdido cementerio donde ahora te encuentras enterrada. ¡Oh, mi eterno e imposible amor! Tuve que matarte, no tuve otra opción; puesto que solo así podía mi alma descansar al saber que ninguna otra boca alguna vez la tuya habría de degustar.

*

Y no parece que algo valga la pena en este mundo, sino únicamente el sobrevivir a la miseria y desolación de una existencia sin razón como la nuestra. Vivir está más allá de nuestras posibilidades, todo lo que podemos hacer es intentar subsistir en una realidad que, irónicamente, detestamos más de lo que imaginamos. ¿Qué más además de trabajar, pagar impuestos, contraer deudas, tener hijos y convivir con gente que odiamos es a lo que aspiramos en un sistema de tortura paulatina como este? La muerte, así pues, se torna demasiado seductora y conveniente luego de tales reflexiones.

*

Estoy ya demasiado agotado, me siento tan absorbido por todo este galimatías de irrelevancia extrema que ya no me encuentro más a mí mismo. Y es que, entre más lo odie, más soy parte de este miserable y patético mundo humano. Cada día es más difícil soportarlo y estoy más acondicionado a ser solo un vil esclavo desprovisto de todo cuanto pudiese ser valioso, si es que acaso existe tal cosa. Entonces no me queda sino pensar en la manera definitiva de acabar con mi vida, pues parece ser la única cosa razonable que me queda por hacer. No me interesa luchar por nada más ni relacionarme con ningún otro títere; lo que yo quiero es abrazar aquello que se encuentra más allá de los límites de la razón, el azar y el infinito.

*

No me importa si estoy maldito el resto de mis días, siempre y cuando ya no sea parte de esta realidad simulada y catastrófica: la pseudorealidad. ¿Qué más daría estarlo, pues? ¿Podría existir peor maldición que existir en esta deplorable civilización y en este abyecto cuerpo? ¿Qué mayor sacrilegio se puede imaginar que pasar el tiempo encerrado en una prisión existencial de la cual jamás solicitaste formar parte? Encima, y aún más devastador y nauseabundo que la existencia misma, hay que soportar a los monos parlantes que nunca dejan de cometer atrocidades y proferir una estupidez tras otra… ¡Ay, si tan solo la gran mayoría de estas patéticas marionetas carnales no tuvieran boca!

*

Cuando me planteaba el sentido o sinsentido de la existencia, no podía hacer otra cosa que ahogarme en infructuosas y fatales elucubraciones, pues, sin importar cuánto lo intentase, nada podía hallar que resultase del todo concluyente. Era evidente, entonces, que no existía tal sentido; y que aquello a lo que las personas se enganchaban tan asquerosamente no era sino una vil farsa que entendían como vida. Sí, resultaba quizá demasiado demoledor comprender, por primera vez, que todo cuanto siempre habíamos añorado no era sino una entelequia implantada como posibilidad dentro de nuestra limitada percepción. Mas resultaba indispensable librarse de cada una de estas argucias si verdaderamente se quería emprender una búsqueda sincera y profunda de nuestra vejada divinidad.

*

En realidad, nunca se tiene nada que perder desde que nada tiene nunca sentido y toda la existencia y la vida humana son solo un craso traspié y una infausta falacia. Pensar que la muerte nos despojará de algo es el acto de un necio ignorante todavía demasiado dominado por su infame humanidad y demasiado alejado de cualquier posible sublimidad. La muerte no nos despojará de nada; por el contrario, nos lo revelará todo: lo bueno y lo malo, lo blanco y lo negro, lo posible y lo imposible. Solo vivimos para ella y morimos para experimentarla como un estado más allá de cualquier misticismo, egocentrismo o existencialismo posible. En última instancia, el ser deberá alguna vez comprender esto: vida y muerte son parte del mismo juego infantil en el que nos suspendemos sin cesar; algo contra lo que no deberíamos luchar si no queremos nuestro sufrimiento acrecentar.

***

Obsesión Homicida


About Arik Eindrok

Deja un comentario

Previous

Manifiesto Pesimista 2

Romántico Trastorno 47

Next