Absolutamente nada en esta realidad trascenderá: he ahí la libertad del sinsentido, la única llave para la puerta de la exégesis y el suicidio sublime.
.
El humano subyugado y absurdo que abunda actualmente es solo consecuencia de la trastornada tergiversación que las élites han esparcido como verdad. Y que, en su esencia más pura, ha hecho al ser perder la capacidad de divagar entre los mundos ocultos en su interior.
.
Lo común ha arropado a los humanos hambrientos de un terrenal refugio, los cuáles se han parapetado ante la oscuridad de su sombra sin querer ser libres de su funesto entierro.
.
Así es como se complace en vivir el humano: extraviado de su origen, envuelto en irremediables prejuicios, adorando lo más fútil y cegándose ante la sublime entidad.
.
Todo ser, sin importar sus principios y el supuesto amor que pregone en su quimérica realidad, termina alguna vez en su vida, indudablemente, abrazando los embriagantes y reconfortantes brazos de la infidelidad. Esa es la mejor forma de entender la decadente naturaleza que compone la esencia del humano.
.
Libro: Encanto Suicida