Una mañana soleada golpeaba la ventana de los horrores pasados
Pernoctando en la esgrimida oración de la contemplación mejor orlada
Pensativo e intranquilo me revoloteaba entre las sábanas ensangrentadas
El sol anunciaba entonces la llegada de la renovación más sagrada
.
La purificación no salió como esperaba, pero fue sutilmente adecuada
Cada miembro de mi nuevo cuerpo se ajustaba a las capas del alma
El alba refulgía con inquietante cromatismo y tu ser vibraba alucinado
Ahora sé que vivirás por siempre en mí, aunque haya llegado tu fin
.
¡Cuán humanos fuimos en el breve tiempo que compartimos en este idilio!
Soñamos tanto que nos olvidamos de nosotros mismos, de aquel instinto
Y aunque el sufrimiento de mi incapacidad jamás fue determinante
Sé que hubiera sido posible permanecer juntos aún tras el suicidio
.
Ahora no estás aquí, tu extracto poético no marca ya el trágico devenir
El tiempo se detuvo en mi interior desde que visité junto a ti el templo
Éramos una locura sin futuro, una historia prohibida en este mundo impuro
Los privilegios que me conferiste se tatuaron en el murmullo de tu efigie
.
Entré en el mágico aposento y los miré bailando, felices por el nuevo reino
En los muros quedaron atrapadas las estrellas que presenciaron los encuentros
Los desvaríos de mi memoria se convirtieron en el cadalso del amor sin regazo
¡Cuántos temblores hubiese soportado el corazón bajo el conjuro de la extinción!
.
Tus ojos carmesí embotaron mis razones, envolvieron de colores mi mísera condición
Y esos finos cabellos aún los siento al volver una y otra vez al sepulcro perfecto
Un mensajero ha llegado a la cabaña para aconsejarme y sugerirme la conmiseración
Estaba escrito, tal vez, que yo debía ingerir las sombras para apaciguar el infierno
.
Tantas quimeras no hacen sino despedazar las armas que conservo inmaculadas
Me trajo aquí y me encerró en este extraño féretro donde espero tu llamada
Si acaso hubiese una migaja de tu esencia, podría abandonar mi carne putrefacta
Y volar, cual cerúleo colibrí, hasta el aposento donde se conserva intacta tu alma
.
Para mi eterno e imposible amor…
Libro: Triste Insania de Amor y Muerte