La Esencia Magnificente IX

Por la mañana, lo primero que Leiter hizo fue inquirir si alguien había estado con el doctor Lorax cuando él se fue, probablemente había entrado raudamente sin que él lo notase cuando estuvo a punto … Leer más

La Esencia Magnificente VIII

Mientras Leiter continuaba con su perorata, su visión especial, la que le permitía discernir ciertos colores y relacionarlos con cualidades, lo perturbó. Por algún motivo, no lograba establecer de qué color era esa capa cromática … Leer más

La Esencia Magnificente VII

Mientras salían del centro y se dirigían hacia el exterior, donde se respiraba aire fresco, o al menos eso se creía, ambos eran observados por todos los demás. A Leiter se le miraba con envidia, … Leer más

La Esencia Magnificente VI

A Leiter no le quedó otra opción más que aceptar. Salió airado del cubículo del jefe de astronomía y se empecinó en hallar el porqué de tan extravagante y opresiva medida en su contra. No … Leer más

Encanto Suicida 28

Me deshice de absolutamente todo, únicamente me quedé con lo más indispensable para sobrevivir en esta cárcel de argucias infinitas que era la existencia humana. Detestaba mirar todas esas absurdas posesiones materiales y saber que, … Leer más

La Esencia Magnificente III

Leiter, a estas alturas, conocía a los ayudantes y sabía que eran un caso perdido. En realidad, no eran tan numerosos como se creía. Se limitaban a puros recomendados o hijos de empresarios. A lo … Leer más

La Esencia Magnificente II

A Leiter solamente se le ocurrió una palabra para etiquetar a Klopt: idiota. Sin embargo, le extrañaba pensar que, si no fuese por Abric, ahora mismo él sería igual. En parte aún lo era, pues … Leer más

La Esencia Magnificente I

El día nimbaba y una mañana como cualquier otra comenzaba para Leiter. A decir verdad, se sentía inundado por ideas que atormentaban su cabeza. Había asistido con un psiquiatra hacía tiempo, pues un recuerdo espantoso … Leer más

La Cúspide del Adoctrinamiento XXVIII

Los colores del lugar se tornaban cada vez más refulgentes. Ahora ya ni siquiera era distinguible combinación alguna, pues la mezcolanza era tremenda. Incluso los matices se encimaban, se devoraban y se escupían entre sí. … Leer más

Te detesto (1)

Te detesto… Sí, te detesto, pero no me lo tomes a mal. Te detesto por tantas razones que ni yo podría explicarlas, pues son tan variadas como intensas. Detesto escribirte poemas, detesto que tu centelleante … Leer más