La Esencia Magnificente IX
Por la mañana, lo primero que Leiter hizo fue inquirir si alguien había estado con el doctor Lorax cuando él se fue, probablemente había entrado raudamente sin que él lo notase cuando estuvo a punto … Leer más
No hay razones para existir
Por la mañana, lo primero que Leiter hizo fue inquirir si alguien había estado con el doctor Lorax cuando él se fue, probablemente había entrado raudamente sin que él lo notase cuando estuvo a punto … Leer más
Mientras Leiter continuaba con su perorata, su visión especial, la que le permitía discernir ciertos colores y relacionarlos con cualidades, lo perturbó. Por algún motivo, no lograba establecer de qué color era esa capa cromática … Leer más
Mientras salían del centro y se dirigían hacia el exterior, donde se respiraba aire fresco, o al menos eso se creía, ambos eran observados por todos los demás. A Leiter se le miraba con envidia, … Leer más
A Leiter no le quedó otra opción más que aceptar. Salió airado del cubículo del jefe de astronomía y se empecinó en hallar el porqué de tan extravagante y opresiva medida en su contra. No … Leer más
Me deshice de absolutamente todo, únicamente me quedé con lo más indispensable para sobrevivir en esta cárcel de argucias infinitas que era la existencia humana. Detestaba mirar todas esas absurdas posesiones materiales y saber que, … Leer más
Leiter, a estas alturas, conocía a los ayudantes y sabía que eran un caso perdido. En realidad, no eran tan numerosos como se creía. Se limitaban a puros recomendados o hijos de empresarios. A lo … Leer más
A Leiter solamente se le ocurrió una palabra para etiquetar a Klopt: idiota. Sin embargo, le extrañaba pensar que, si no fuese por Abric, ahora mismo él sería igual. En parte aún lo era, pues … Leer más
El día nimbaba y una mañana como cualquier otra comenzaba para Leiter. A decir verdad, se sentía inundado por ideas que atormentaban su cabeza. Había asistido con un psiquiatra hacía tiempo, pues un recuerdo espantoso … Leer más
Los colores del lugar se tornaban cada vez más refulgentes. Ahora ya ni siquiera era distinguible combinación alguna, pues la mezcolanza era tremenda. Incluso los matices se encimaban, se devoraban y se escupían entre sí. … Leer más
Te detesto… Sí, te detesto, pero no me lo tomes a mal. Te detesto por tantas razones que ni yo podría explicarlas, pues son tan variadas como intensas. Detesto escribirte poemas, detesto que tu centelleante … Leer más