Obsesión Homicida 39
Eso era lo que me siempre atormentaba: que sabía a la perfección lo miserable y fútil que era la vida, lo ridículamente intrascendente de cada acto y lo absurdamente ínfimo de cada momento. No obstante, … Leer más
No hay razones para existir
Eso era lo que me siempre atormentaba: que sabía a la perfección lo miserable y fútil que era la vida, lo ridículamente intrascendente de cada acto y lo absurdamente ínfimo de cada momento. No obstante, … Leer más
No podía creerlo, pero tenía que hacerlo; tenía que dejarte ir para siempre. Sí, pues entendía que tú jamás me habías pertenecido y que no buscaría que te quedaras conmigo en contra de tu voluntad. … Leer más
El réquiem de la muerte ya se escucha cada vez más cerca Estas paredes frías no ofrecen un consuelo para tanta agonía Las ventanas no permiten ya que se ilumine mi miseria un poco Y … Leer más
No sé si todavía me recuerdas, si aún palpita nuestro débil vínculo No hubiese querido que fuese de esa manera, pero no había otra elección No estaba escrito que tú y yo uniéramos nuestros corazones … Leer más
El mundo que habitamos hoy en día es más bien el lugar donde uno puede ser un títere adoctrinado, adorador de las más falsas y absurdas ideologías y, aun así, ser considerado un personaje digno … Leer más
Te amo tanto que tendré que asegurar tu felicidad, la cual lejos de este mundo vomitivo ha de germinar. Espero que algún día puedas perdonarme, si es que existe tal cosa en el más allá. … Leer más
Quien perdona una infidelidad está más allá del falso amor humano, pues está más evolucionado que todos esos hipócritas que fingen una fidelidad física cuando, en sus nauseabundos pensamientos, la infidelidad mental los consume peor … Leer más
La siniestra faceta del interior volvía de nuevo para emanciparme Los rugidos de aquella sombra parecían no concederme ni un momento La blasfemia de existir desfragmentaba cada átomo de mi cuerpo putrefacto No hubiese querido … Leer más
Tus engusanados miembros no detuvieron los frenéticos deseos que tenía de poseerte aquella psicótica noche, pues solo tu inefable silueta era la que me excitaba hasta el delirio. Por eso tu tumba estaba vacía cuando … Leer más