El Halo de la Desesperación 41
El amor puede ser solo una estupidez, sobre todo el nuestro; pero al menos conocerte ha tenido para mí más sentido que cualquier otro instante absurdamente vivido. Y haber besado tus labios ha sido, para … Leer más
No hay razones para existir
El amor puede ser solo una estupidez, sobre todo el nuestro; pero al menos conocerte ha tenido para mí más sentido que cualquier otro instante absurdamente vivido. Y haber besado tus labios ha sido, para … Leer más
Todos queremos un mundo diferente, uno lleno de paz y justicia, uno casi perfecto; empero, nadie se cuestiona si realmente vivir en tal mundo es algo que merecería. Quizá somos todavía demasiado arrogantes e imbéciles … Leer más
Quisiera poder acariciar tus preciosos cabellos por la mañana y que me despertara el jugueteo de tu lengua con la mía. Quisiera poder saborear tu exquisita saliva y embriagarme con el calor de tu cuerpo, … Leer más
Un ínfimo periodo de divina soledad bastó para convencerme de que mi verdadero enemigo estaba en mi interior. Es decir, en el exterior había enemigos por doquier, pero todavía eran vencibles; mas aquella monstruosidad que … Leer más
Y sí, creo que los razonamientos sobre el delirante absurdo de la existencia son muy loables; tanto que debemos tenerlos muy en cuenta a la hora de intentar un adoptar un ilusorio optimismo en esta … Leer más
El mundo, la humanidad y todo lo derivado de ella, incluyéndome, no hacían otra cosa sino asquearme hasta el punto de pensar solo en la muerte como el único remedio a tan atroz desvarío. Y, … Leer más
A veces creo que me amo demasiado como para no odiarme también en igual grado. He ahí la contradicción que me limita y me trastorna, la que me acerca al suicidio para atisbar la divinidad … Leer más
La humanidad era solo vil excremento que nunca dejaba de salir; y este mundo insensato era el único sanitario disponible que, para desgracia de muchos y fortuna de unos pocos, se hallaba eternamente descompuesto. ¿Por … Leer más
El problema de aquel poeta deprimido, quien más tarde se convirtió en su propio homicida, era la lóbrega enfermedad de un ser que jamás se sintió atraído por los espejismos de la vida, puesto que … Leer más
En cuanto entendamos que la existencia es una maldición, entenderemos también que antes de matarnos debemos primero destruir a todos los gobiernos, las religiones, las corporaciones, los bancos y, principalmente, a las élites que controlan … Leer más