Nunca había llorado por alguien, nunca me había enamorado así
Y ahora muero por tu corazón, por deleitarme con tus labios delirantes
Por formar parte de tu etérea alma, por saborear tu sagrado interior
Incluso si representa el trago más amargo, te quiero sentir plenamente
.
Te he dado tantos problemas, pero también he sido feliz contigo
He adorado cada pieza de tu maquinaria, cada locura en tu espíritu
He bebido tanta saliva tuya y he naufragado en tu mente divagante
Sin duda, de tu amor es este pobre mortal el más fiel y puro cliente
.
Perdón deseo pedirte si te resultan demasiado absurdas mis palabras
No obstante, todo lo que por ti siento ni por un segundo lo dudo
Daría lo que fuera por ponerle alas a tus sueños, por adorarte siempre
Que volaras tan alto que nada pudiera rozarte, ni siquiera yo mismo
.
Y es que, si pudieras tan solo dejarme verte sonreír, ¡qué felicidad!
Borrarías cada día de amargura y sufrimiento en mi infame soledad
Entre esos ojos color carmín que fulguran, que me trastornan el alma
Veo reflejada una afligida y conocida figura, la de tu sombra liberada
.
Así estoy ahora con tu recuerdo inmarcesible en mi intratable cabeza
Garabateando poesía que carece de sentido e imaginándote a mi lado
Rogando porque aparezcas aquí y aniquiles esta cerval e inmunda tristeza
Vigilando con incansable anhelo la herida sin cura, el aguijón del suicidio
.
Has sido tú, ¡ay!, quien se ha ido con impertinente premura de mi lado…
Mas te esperaré por siempre, refugiado en este agónico calabozo de sombras
Podré tal vez estar muerto en vida, podré llorar toda la noche tu atroz partida
Pero de mí tendrás siempre el último suspiro; ¡tú, mi alucinación fenecida!
***
Triste Insania de Amor y Muerte