El Inefable Grito del Suicidio XXI

Percibí que comenzaba a llover intensamente, estaba empapado y con los labios sangrando por alguna razón desconocida. De hecho, vomité tres veces antes de poder sostenerme en pie. Noté que mi sangre apestaba a muerte, … Leer más

El Inefable Grito del Suicidio XX

Tomé el fragmento que representaba mi vida y lo enterré en el olvido, luego me levanté y miré a mi alrededor. Era momento de regresar para la graduación, pero realmente no era lo que deseaba. … Leer más

El Inefable Grito del Suicidio XIX

Todos los recuerdos pasaron en ese instante, mi corazón se marchitó y mi alma sucumbió. Isis me alejó con una fuerte cachetada y me escupió en la cara como a una basura. Su mirada era … Leer más

El Inefable Grito del Suicidio XVIII

Cuando al fin me encaminé hacia casa de Isis me pareció que estaba un tanto lejos, mucho más que de costumbre, pero no importaba. Recordaba la dirección con exactitud y fue toda una babel de … Leer más

El Inefable Grito del Suicidio XVII

Desconocía cuánto tiempo había pasado desde que todo ocurrió, desde que perdí el conocimiento. Lo que ahora sabía era que me hallaba en una clínica, que alguien había llamado a la ambulancia y que me … Leer más

El Inefable Grito del Suicidio XVI

Entonces pasó que, un viernes por la tarde, día predilecto de fiestas y borracheras, decidí quedarme para visitar al profesor G. Llamé en repetidas ocasiones a su cubículo, pero no hubo respuesta. Esperé una media … Leer más

El Inefable Grito del Suicidio XV

En las nuevas vacaciones me aburrí como un imbécil, y extrañaba a Isis con tanto ahínco. Podría decir que fueron las más depresivas y tortuosas semanas para mí. Entré en un debate por decidir qué … Leer más

El Inefable Grito del Suicidio XIV

Me desperté los días siguiente con dolor de cabeza y sin hambre, habían pasado dos semanas exactamente desde mi encuentro con Isis y nuestra plática. Los primeros días pensaba que me mataría en algún momento, … Leer más

El Inefable Grito del Suicidio XIII

Al llegar a casa, mojado y devastado, no logré calmarme, y, en suspenso, realicé mis actividades. Mi vida se había terminado, aunque quizá nunca había comenzado. ¡Con qué mirada ahora papá y mamá me recibían! … Leer más

El Inefable Grito del Suicidio XII

Isis, por su parte, no pronunció ni una sola palabra en todo el camino de vuelta, parecía igualmente sumida en sus propias elucubraciones. Al llegar a la estación del tres donde ella vivía, decidió que … Leer más