No hay razones para existir
La frigidez de tu escultural cuerpo aumentaba conforme transcurrían los días, pero estuve consciente de eso desde el comienzo. Sabía que el hedor y la rigidez acabarían con tu peculiar silueta, que tu inmarcesible belleza … Leer más
Jamás comprenderé lo ilusorio del supuesto amor humano, ni de manera científica ni mística. De hecho, de ninguna manera posible; pues en todas se trata tan solo de un mero engaño (uno más) que nos … Leer más
Sé que ahora me detestas y esperas olvidarte de mí, o tal vez solo guardarme en un pedazo de tus decepcionantes recuerdos. Sin embargo, debes saber que, aunque esto se corrompió y se terminó entre … Leer más
Los humanos somos, naturalmente, prisioneros de hipócritas concepciones con respecto al deseo y al amor. Y es que, por más que se diga lo opuesto, el primero siempre termina venciendo al segundo; de ahí que … Leer más
Y es que me hallaba en completa desesperación ese día que te encontré, atormentado por trastornos mentales de toda clase y por obsesiones funestas. No obstante, tu inefable mirada ha arrojado un poco de luz … Leer más
Tu belleza es tan única y reluce con incomparable fulgor, mismo que resulta el más preciado entre todos los tesoros de cualquier mundo, dimensión o universo. Tú eres todo lo que mis ojos pueden ver, … Leer más
Cuando te conocí no sabía en lo que me metía, pues me perdí mí mismo en tu inmarcesible interior, en tu alma llena de colores y sonidos que me cautivaban sin parar. No obstante, ha … Leer más
Y pensar que éramos solamente dos extraños cuyas almas se atraían tanto, pero cuyos caminos tardaron tanto en cruzarse. Ahora que sostengo tu etérea mano lo único que quisiera es recostarme y contemplar cada una … Leer más
Tu alma encajó con la mía sin necesidad de unir las piezas, pues por sí mismas nunca estuvieron separadas; tan solo esperaban reencontrarse en el éxtasis de la locura suprema que nos dejaría a ambos … Leer más
El ínfimo periodo que estemos en este mundo execrable, me sentiré regocijado por tu majestuosa compañía. Y, en la muerte, tu recuerdo lo guardaré como mi único tesoro y tu mirada como mi única fortuna. … Leer más