Obsesión Homicida 41
El ser es tan miserable y patético que atribuye un supuesto sentido a su existencia sin absolutamente ninguna prueba real de ello y, encima, se percibe como la culminación de la evolución; como el merecedor … Leer más
No hay razones para existir
El ser es tan miserable y patético que atribuye un supuesto sentido a su existencia sin absolutamente ninguna prueba real de ello y, encima, se percibe como la culminación de la evolución; como el merecedor … Leer más
Nunca he creído en la concordancia ni en la justicia, al menos no en este plano tan inferior; y sigo sin hacerlo. No obstante, imaginar que algún día la realidad será distinta y que en … Leer más
Aquellas tardes silenciosas en mi triste habitación, tirado en la cama, brutalmente ebrio y anhelando el suicidio con todo mi ser eran una inaudita tortura; pero era, al mismo tiempo, las más deliciosas oportunidades para … Leer más
Bestias inmundas cabalgando sobre las más decadentes prostitutas, con alas de ángeles caídos que soplan las trompetas del último aullido. El rojo se intensifica y la sangre no espera, sino que brota por doquier e … Leer más
No podía creerlo, pero tenía que hacerlo; tenía que dejarte ir para siempre. Sí, pues entendía que tú jamás me habías pertenecido y que no buscaría que te quedaras conmigo en contra de tu voluntad. … Leer más
El réquiem de la muerte ya se escucha cada vez más cerca Estas paredes frías no ofrecen un consuelo para tanta agonía Las ventanas no permiten ya que se ilumine mi miseria un poco Y … Leer más
Llovía, pero ya no era tan malo; no hoy que había decidido poner fin a este sacrilegio existencial. Normalmente, los días lluviosos me deprimían aún más que la vida, pero hoy ya no. Incrustaré lentamente … Leer más
Vivir sin aceptar unas cuántas (o muchas) mentiras era inaceptable, he ahí el gran problema para los locos suicidas de poesía irrazonable cuyas mentes ya no podían tolerar más estos funestos autoengaños que uno debía … Leer más
Tal vez por eso era soportable vivir, al menos por el efímero tiempo que debíamos hacerlo. Y lo era porque, al fin y al cabo, siempre quedaba la muerte como consuelo y el suicidio como … Leer más