El Extraño Mental XXXIV
Selen Blue pareció ignorar mi pregunta. Solo sabía que nunca a nadie le había hablado de esto, pero me dio la impresión de notar en ella una ligera expresión de dolor combinada con cierta felicidad … Leer más
No hay razones para existir
Selen Blue pareció ignorar mi pregunta. Solo sabía que nunca a nadie le había hablado de esto, pero me dio la impresión de notar en ella una ligera expresión de dolor combinada con cierta felicidad … Leer más
Y sí, las cosas continuaban con ese matiz absurdo. Pese a todo, me sentía cobijado por estar en aquella taberna de mala muerte, ebrio y sin deseos de vivir. Ojalá que todo acabase esa misma … Leer más
Tras lo ocurrido con Lary, pasé una semana sin tener sexo. Pero rápidamente me dio igual, como todo, y luego de que la policía hiciese menos frecuente el seguimiento de rutina, continué con mi vida … Leer más
Así fue como salí con Lary. Noté que le había confesado a la señora Dejon, aquella exprostituta que más tarde, ya entrando en su vejez, se había hecho al cristianismo y se creía una santa, … Leer más
Mientras yo proseguía con mi estado inmutable y casi suicida en el que la supuesta dualidad con la que estaba marcado me torturaba cada vez con mayor vigor, resultó que al condominio putrefacto donde me … Leer más
No sé cómo caí en la obsesiva idea que me acompañó hasta la noche elegida para completar mi destino. Lo último que recuerdo es haber tomado el cuchillo y haber mirado con ternura sus rostros … Leer más
Me dolía la cabeza como siempre, era aquel maldito dolor que había llegado misteriosamente y que parecía no desaparecer nunca. Eran sensaciones muy extrañas, como si tuviera unas agujas no físicas atravesando mi cerebro, como … Leer más
Pero todo eso era verdadero solo en mi mente, en mi mundo intrínseco, como tantas otras cavilaciones que embotaban mi percepción. Akriza me gustaba y no solo para hacerla mía durante la noche, sino para … Leer más
En fin, ¡al carajo con dios! Muchas cosas me hacía pensar Volmta con su extraña sonrisa y su jovialidad tan familiar. Él, aunque no era partidario del sinsentido, comprendía perfectamente el absurdo en que la … Leer más