Nostalgia
Amor Delirante 23
Tu llegada cambió todo radicalmente: liberó los sueños y acertijos que, para este menguado ser, habían quedado opacados por un supuesto destino. Las llaves fueron entonces conferidas en el ocaso suicida y el umbral fue … Leer más
Pensamientos RT5
A veces, muy seguido, de hecho, tan triste y solo he llorado sin parar y me he embriagado por las noches únicamente para no aspirar todavía el inevitable aroma del suicidio. . La soledad de … Leer más
Obsesión Homicida 22
El incesto, como tantos otros deseos sexuales marginados, no es ninguna novedad. De hecho, es algo sumamente antiguo y paralelo a la psique humana. Es natural desear al padre o a la madre; o, incluso … Leer más
La creación más perfecta
Ya no sé qué hacer, en verdad que no. Ya no sé si podré seguir viviendo de este modo tan irreal. No sé cómo combatir esta desesperación infame que viene y se apodera de mi … Leer más
Pensamientos EHD11
En las tardes más melancólicas de mi pésima existencia, donde reinaban únicamente la soledad y la amargura, me daba cuenta de lo aburrido que era existir fuera de la pseudorealidad. En verdad que era insano … Leer más
El Inefable Grito del Suicidio XVI
Entonces pasó que, un viernes por la tarde, día predilecto de fiestas y borracheras, decidí quedarme para visitar al profesor G. Llamé en repetidas ocasiones a su cubículo, pero no hubo respuesta. Esperé una media … Leer más
El Inefable Grito del Suicidio XV
En las nuevas vacaciones me aburrí como un imbécil, y extrañaba a Isis con tanto ahínco. Podría decir que fueron las más depresivas y tortuosas semanas para mí. Entré en un debate por decidir qué … Leer más
Episódico Centelleo
Carecía de un rumbo al aterrizar en el desastre más bonito, el de tu espíritu desnudado por las manos del adivino y el demonio maldito. Para estar yo entre ellas, entumecido me propuse desvariar sin … Leer más
La Execrable Esencia Humana 21
El incisivo malestar de existir ya no podía ser contenido mediante la poesía, el arte ni la música. La literatura y la filosofía mínimamente me consolaban, pero palidecían ante las rabiosas embestidas de mi deprimente … Leer más