No hay razones para existir
A Lezhtik se le congeló la piel. Recordaba que ya antes Paladyx había mostrado un comportamiento similar, en una de sus visitas al bosque, cuando solían ser mejores amigos. En esa ocasión igualmente se había … Leer más
En su cubículo, el profesor Fraushit lucía preocupado. Se había enterado de lo ocurrido con los miembros del club de los soñadores declarados, y para nada creía estar seguro en la facultad. De hecho, había … Leer más
Simpáticas alusiones a la vibración del enigma imperecedero en la eternidad Una caída más, tan natural como la absurdidad que impera en la humanidad Sin piedad, apuñalando cada ápice de infame realidad, cada tonalidad viviente … Leer más
La única pelea que se pierde realmente es la de abandonarse a sí mismo y despreciar la verdad personal para adoptar la estupidez y la insulsez que imperan en el común rebaño. Una vez que … Leer más
Pensaba que, tarde o temprano, todos aquellos a quienes pudiera apreciar estarían enterrados, y que yo, sin ellos, seguiría mi absurda vida. Entonces me sentí aliviado, porque, después de todo, mi soledad seguía siendo más … Leer más
Y estos deplorables vínculos se encasquetan en nuestras mentes al comienzo del adoctrinamiento, cuando somos absolutamente susceptibles a este tipo de estupideces. Así, creceremos creyendo que, en verdad, la familia lo es todo, que debemos … Leer más
Me parece que me gustas mucho; de hecho, estoy absolutamente seguro de ello. Y también me parece que te posicionas muy por encima de cada uno de mis pensamientos suicidas, especialmente en las noches más … Leer más
Lo necesitaba para sentir que existía, pero me atormentaba su dependencia No lo quería, pero ¿qué opción tenía ante tan implacable insolencia sin piedad? Y, en la impía suciedad de mi habitación, a ella recurría … Leer más
Tras la junta, los padres de familia decidieron tomar cartas en el asunto y hablar con sus hijos. Todos estaban de acuerdo con el director, sin duda debían reprender a sus rebeldes ovejas y disuadirles … Leer más
Caminaban los dos juntos hacia la oficina del director, esa a la que nadie había tenido la oportunidad de entrar, salvo sus dos sobrinos y aquel viejo metiche. Los dos estrategas del control absoluto en … Leer más