Desasosiego Existencial 02
Únicamente me quedaba correr tan lejos como fuese posible con la vana esperanza de huir a la brevedad de esta existencia nefanda, pues ya no quedaban razones para seguir en ella y todo estaba demasiado … Leer más
No hay razones para existir
Únicamente me quedaba correr tan lejos como fuese posible con la vana esperanza de huir a la brevedad de esta existencia nefanda, pues ya no quedaban razones para seguir en ella y todo estaba demasiado … Leer más
Bien sé que no hay otra puerta por cruzar, pero aún me aferro ilusamente a las etéreas divagaciones a través de las cuales alucino con un estado de inefable extinción en mi atropellado destino. Puede … Leer más
Y, sin embargo, resulta sumamente abrumador el singular momento en que nos percatamos de que, más allá del cúmulo de pintorescos y sombríos autoengaños con los que hemos matizado ilusamente nuestras vidas, no parece que … Leer más
El único problema con la vida es realmente el que las personas crean que está hecha para vivirse. ¿Cómo podría ser este el caso cuando encontramos por todas partes indicios de muerte y destrucción? ¿Cómo … Leer más
La destrucción de este mundo funesto no podría ser más oportuna, pues solo así emergerá de las profundidades una existencia auténticamente divina. Sería una locura querer la continuidad de las cosas tal y como son … Leer más
La vida es cruel y absurda, por eso es mejor no estar mucho tiempo en ella. ¿Qué conseguiríamos, en todo caso? Puro sufrimiento, irrefrenable agonía y tragicómica desesperación… Lamentos de amargura embotarían nuestras entrañas al … Leer más
Así son los títeres que nos rodean: seres que adoran, por encima de todo, la banalidad de su miserable y fétida existencia; basada por completo en sexo, poder y dinero. Lo más irrelevante es para … Leer más
Sabíamos que los corazones cambiaban, que los sentimientos eran extraños. Lo que no imaginábamos era el avasallante dolor que nos produciría este amor y la forma tan trágica en la que se despedazaría lo único … Leer más
Los días seguían su curso, pero yo ya no esperaba nada de nadie, menos de la existencia. No creía en nada, mucho menos en mí, y no me hacía falta. Estaba raro, harto de todo … Leer más
El embriagarse cada noche con mujerzuelas y juegos, en compañía de seres igualmente decadentes, no era un pecado de ningún tipo, siempre y cuando se consiguiera, cuando se estaba en su imponente y atroz dominio, … Leer más