El Extraño Mental XXI
En fin, ¡al carajo con dios! Muchas cosas me hacía pensar Volmta con su extraña sonrisa y su jovialidad tan familiar. Él, aunque no era partidario del sinsentido, comprendía perfectamente el absurdo en que la … Leer más
No hay razones para existir
En fin, ¡al carajo con dios! Muchas cosas me hacía pensar Volmta con su extraña sonrisa y su jovialidad tan familiar. Él, aunque no era partidario del sinsentido, comprendía perfectamente el absurdo en que la … Leer más
Cuando hacia mí extendías tus brazos para envolverme con ellos, era como si una parte del tiempo pudiera finalmente hacer reposar mi derruido espíritu. Porque cuando sonreías de ese modo no quería que pararas nunca, … Leer más
Virgil me miraba con cara de espanto, pero, al mismo tiempo, había cierta adoración anómala en sus facciones. Para ella yo era como un dios, incluso más valioso y hermoso que el dios con el … Leer más
Aún te extraño, todavía conservo el retrato de tu desnuda silueta ¡Y de qué manera embonaban nuestras almas en el éxtasis del caos cerúleo! De más estaba respirar el calor propagado por el encuentro del … Leer más
Sabía, en el fondo, que había algo distinto en mí, pese a simular ser como todos ellos: ¿qué era? ¿Cuándo podría entender por qué no podía considerarme tan estúpido y adoctrinado como el resto de … Leer más
Llega la pueril formación de desperdicios insoportables a los cielos Perentorias medidas deben adoptarse para reprimir la exégesis pringosa Solo una cosa, un mensaje que jamás alcanzó su destino imaginado Al haber fallado, el suicidio … Leer más
Me sentía anonadado por una sensación inexplicable. Lary me estrechaba entre sus brazos y creía recordar a Melisa… ¡Sí, eso era! Rememoraba cómo alguna vez llegué a experimentar cosas bonitas, y también volvió a mi … Leer más
La primera vez que te vi no comprendí por qué sentí que moría ¿Por qué tal zozobra se filtró en mi alma y apabulló la ironía? Supuse entonces cierta influencia sumamente rara y siniestra No … Leer más
Ese juego me gustaba, pues sabía que ella era una completa imbécil, y que me apreciaba como si yo fuese un dios. Podría hacer cualquier cosa para ganarme su desdicha y, aun así, continuaría teniéndome … Leer más
No supe qué contestar. ¡Si tan solo aquella inocente niña supiera quién era yo en realidad! ¡Si supiera qué cosa tan aterradora e insignificante era mi vida! Desde luego que era sincero y no creía … Leer más